jueves, 1 de agosto de 2013

Gracias.

Y bueno, hasta aquí 'Living My Dreams'.
Ahora quiero dar las gracias a todas las que la habéis leído, y quiero pedir perdón por la tardanza deañgunos capítulos. Espero que os haya gustado, al menos un poco. Aunque parezca mentira, llevo un año escribiendo esta novela. Un año detrás de una pantalla pensando qué poner en el siguiente capítulo, un año intentando que os guste lo que escribo.
Escribir es una de mis mayores pasiones, y con vuestros comentarios de ánimo me habéis hecho enormente feliz, así que, muchas no, muchísimas gracias.
Me ha encantado escribir esto, y he de renocer que a veces he llorado, y otras me he reído mucho.
No se qué decir, que espero haberos hecho sentir algo al menos en algún momento.
MUCHAS GRACIAAAS! OS QUIERO.

CAPÍTULO 120: ESTO NO ES UN 'ADIÓS'

*Narra Darcy*

Quiero llorar. Estoy llorando. No puedo creer lo que veo. Me llena de orgullo, pero también de tristeza. Hacía unos 15 años, me hallaba delante de una pantalla, gritando, llorando, y riendo con los vídeos de una boyband que se estaba haciendo famosa entre miles de adolescentes.
 Sólo se oyen gritos, los mismos que hace años. Sobre mis rodillas, está sentado Hugo, que con sus tres años, ya pesa bastante. Le miro su linda y tierna cara y no puedo evitar sonreír. A mi derecha, agarrando con fuerza mi mano, mi pequeña Alex, que con tan sólo cinco años era muy espabilada, no había momento en el que estuviera callada, o sin inventar alguna travesura.Me mira y sonríe.
-Aliii-Eleva la voz, para llamar a su hermana mayor, que está un poco más alla, junto con Lux. Cómo ha crecido. Aún recuerdo la de fotos que tenía de ella recién nacida, y lo afortunada que la consideraba. Todas las fans le teníamos envidia a un bebé. Sonrío, nostálgica, y noto cómo se me llenan los ojos de lágrimas.- Aliii.- Hace una pausa y me mira.- Mami... Ali me ignora.- Se queja.
-Pequeña, no te ignora, es que hay mucho ruido.
-Jooo. Pues yo quiero decirle una cosa.- Me dice mientras pone cara de pena.
-Espera.- Bajo a Hugo de mis rodillas, y me levanto, para acercarme a Alison.- Cariño, te llama Alex.
Vuelvo a mi sitio. Quedan pocos minutos, en los que me da tiempo a mirar a Paola, a Lola, Taylor y a Elena. Cada una con sus respectivos niños, Elena con su pequeña Taylor, y su un poco menos pequeño Niall, idéntico a su padre, Paola con su mini Louis, a Taylor con Harry de tres años, su enano, como ella lo llamaba, con Charlotte, de seis años y Erika de un año, y Lola con su preciosa April, y su rubiales, Andy. Era casi surrealista, de respiraba nostalgia y felicidad. Se hace un silencio que dura apenas un segundo. Se apagan las luces. Se oyen chillidos bestiales. Nos miramos las cinco y comenzamos a gritar, como cuando éramos unas adolescentes locas por cinco desconocidos. Como la primera vez que pisaron España, como cada vez que sacaban un nuevo vídeo. Nuestros hijos también gritan, sus emociones son distintas, pero ellos también gritan. Entre grito y grito, las lágrimas caen. No quiero llorar, pero es inevitable. ¡PUM! Tras ese sonido y una gran cantidad de humo, aparecen nuestros cinco héroes, y los gritos aumentan. En aquel estadio puede haber perfectamente unas veinticinco mil personas, mujeres y hombres que han estado muchos años al lado de One Direction, una banda que aunque hoy esté dando su último concierto, jamás será olvidada. Ellos cinco, siempre permanecerán juntos, porque son amigos, hermanos, familia, y han dado su vida por las fans, al igual que ellas, o nosotras, como se quiera mirar, la hemos dado por ellos.
Las canciones suceden, los minutos pasan, los gritos no cesan. En los descansos, aparecen vídeo de sus comienzos en aquellas enormes pantallas. Estamos rodeadas de fans, no hemos escogido ninguna zona VIP, vivir ese momento es una de las mejores cosas que te pueda pasar en la vida. Ya no hay peligro, ya, cuando nos ven por la calle, no vienen a agobiarnos, aunque alguna que otra si se acerca gritando, en compañía de sus hijos, para decirles que somos las esposas de sus ídolos.

-¡Muchas gracias por todos estos años juntos. Gracias por hacer nuestro sueño realidad. Sois y seréis las mejores fans del mundo!-Gritó Zayn, después de cantar 'Moments'
-¡Papiii!- Dijo Hugo sonriendo y señalando al escenario.
-¡Eeeeyy!- Gritó Niall. - Sois increíbles y que sepáis que esto no acaba, ¿eh? Sólo que a partir de ahora, todo será menos oficial, habrá menos marketing, pero One Direction no acaba, One Direction seguirá por y para siempre, no lo olvidéis.- Tras estas palabras, sonrió y lanzó un fuerte beso al aire.
-¡Guapaaaaaaas!- Gritó Harry.- Gracias por todo, sois las mejores, y bueno... no puedo tener hijos con todas, pero siempre os llevaré en mi corazón.- Todas rieron, nosotras también.
-Holaaa chicas. Sois todas maravillosas, pero eso ya lo sabéis. Tenéis vuestras vidas, nosotros las nuestras, pero lo más importante es que hoy estamos aquí, y esto no es una despedida, sólo un momento de dar las gracias y decir que a partir de aquí, siempre juntos, ¿vale?- Las palabras de Louis causaron aún más lágrimas, más gritos.
-Bueno, soy el último en hablar... jo...-Dijo Liam, fingiendo tristeza.- Decís que somos unos héroes. No. Sin vosotras no seríamos nada, así que, muchas gracias. ¡Os queremos chicas!
Para terminar esas bonitas palabras, un juego de luces que acompañaba a los miles de gritos, inundaron aquel estadio.
Tres horas de concierto. Nadie se cansaba de gritar, ni de bailar, ni de llorar, y ellos tampoco parecían cansarse de cantar. Estaban cantando casi todas sus canciones, para cantarlas todas, harían falta muchísimas horas de concierto.
Otro descanso. Esta vez de unos diez minutos, un poco más largo. Era increíble. Alison se me acercó y me preguntó que si estaba bien.
-Cariño, sí, estoy bien, no te preocupes.- Le dije y le di un beso en la mejilla.
-Eso espero mamá.
En ese momento, no me podía creer nada de aquello. Estar en el concierto, entre gritos y música, me había hecho trasladarme al pasado, a cuando éramos unas simples adolescentes y nadie tenía esperanzas en que el día que tuviéramos una familia, seguiríamos apoyando a nuestros ídolos, y claro, mucho menos creían que se casarían con nosotras. Así, en ese momento, casi no creía que yo tuviera tres hijos, con Zayn, y que estuviera en su último concierto como One Direction. Era doloroso, pero muy satisfactorio.
Devolviéndome a la realidad, aparecieron de nuevo en el escenario. Se habían cambiado de ropa. Iban vestidos igual que en una de las fotos que yo tenía colgadas en mi habitación.
Sólo quedaban tres canciones: , What Makes You Beautiful, Love You First y Best Song Ever. Todas continuábamos llorando, y ellos, en algún momento también se habían emocionado. 
Aún no habían sonado las primeras notas de Best Song Ever, cuando Paola se acercó diciendo que Lou la había llamado y le había dicho que fueran los niños al camerino. Una nueva lágrima recorrió mi mejilla. 
-Yo los llevo si queréis.- Dijo Taylor.
Pocos minutos después, empezaban a sonar las primeras notas de la canción, y Zayn y Harry se acercaron a un extremo del escenario, y comenzaron a saltar, rodeados de Andy, Hugo, Alison, Alex, Lux, Louis, Niall, April, Charlotte, Taylor, Harry, y Erika. Y así, comenzaron a cantar Best Song Ever, rodeados de los más peques de la familia. Saltaban, corrían, y hacían un intento de bailar, por todo el escenario. Era una escena tan emotiva como divertida. Y tras un enorme: ''¡Gracias por todooooo!'', las luces del escenario se apagaron entre humo, gritos y aplausos, y las de aquel inmenso estadio, se encendieron. Increíble. Tantos años de música, de sueños cumplidos, de trabajo, de risas, de lágrimas, de firmas, de abrazos, de fotos.... y  lo que quedaba, porque aquellos cinco idiotas de las escaleras, habían hecho historia, y aquello no podía acabar alli.

*Narra Niall*

Ninguno podíamos creer que ese hubiera sido el último concierto. Nos asomamos a una de las puertas, y vimos cómo pasaban las fans, que yo eran tan chicas, habían crecido, a nuestro lado, pero todo seguía igual. Ahora lloraban, y nos partía el alma verlas así. Lloraban porque aquello parecía un final, aunque bonito, pero un final, lo que implica tristeza. No sabía qué hacer. Sentía que les estaba fallando, ¿cómo dejarlas ir así? Lloraban desconsoladamente, como cuando tenían quince años, pero ahora no las consolaban sus madres, sino sus maridos, o mujeres. 
Sin pensarlo dos veces, abrí la puerta y salí. Todas las que había cerca, quedaron impresionadas, y por un momento, dejaron los sollozos. Ninguna se acercaba. El tiempo pasaba, y seguían con su amor incondicional hacia nosotros, pero el respeto había aumentado, mientras las locuras descendían. En verdad me daba pena. Ahora quería sentirme ahogado entre cientos de fans.
-Chicas, soy Niall, y no me puedo ir a casa así. No quiero qeu lloréis, debéis estar contentas, ahora no habrá dramas de marketing ni nada, ahora estaremos más cerca de vosotras. Os quiero, y nunca os voy a olvidar.- Un nudo se apoderaba de mi garganta. Las lágrimas llegaban a mis ojos.- No quiero llorar, pero... necesito un abrazo.
-¿Te puedo abrazar?- Me preguntó una chica que tendría unos quince años.
-No lo preguntes, sólo hazlo.
-Mi madre me ha contado lo importante que fuiste para ella, la salvaste una grave enfermedad, le diste apoyo con tu música, y si hoy estuviera aquí, estaría muy orgullosa de vosotros. Adoro vuestra música, pero no tanto como lo hacía ella, y por eso he venido, para que de alguna forma, ella pueda sentir este momento, este último concierto. Estoy cumpliendo su sueño, abrazarte. Gracias rubiales.-Las palabras de esa joven me dejaron el corazón paralizado. No pude evitar llorar. 
-Tu madre debía ser muy especial, y seguro que está muy orgullosa de tener una hija como tú. 
-Gracias.- Sonrió y se sonrojó. Me acerqué a ella, la abracé nuevamente.
-Entra ahí, en esa puerta.- Le susurré al oído, y me miró, buscando mi aprobación. 
No podía dejar marchar a aquella joven si que abrazara a los demás. 
Después de un rato conversando con algunas fans, me tue que marchar, no podía más, estaba cansando, y demasiado emocionado.
Al llegar a casa, nos sentamos en los sofás, y los niños corrienron de un lado a otro, sin cansancio alguno.
-Papá, ¿por qué llorabas?- Me preguntó mi pequeño príncipe.
-Porque soy muy feliz.
-¿Lloras por estar feliz?- Preguntó y se quedó pensativo.- Pues que sepas que cuando yo lloro porque se me rompe un juguete no estoy feliz, ¿eh?- Cuando dijo eso, todos empezamos a reírnos.
-Es igual que tú, no hay duda de que es tu hijo.- Me dijo Harry.

*Narra Zayn*

Varios días después del concierto, del último concierto, los cinco teníamos algo dentro de nosotros que no nos dejaba dormir con tranquilidad. Era como una deuda con todas las fans. Y sentíamos la necesidad de decirles muchas cosas. Sin ellas nada hubiera sido posible, y nos dolía mucho verlas rotas de dolor, pensando que a partir de ese momento, desapareceríamos de sus vidas para siempre, y ellas de las nuestras, cuando eso no sería así. 
Hablando, y aportando ideas, nada nos parecía bastante bonito. Lo típico de un tweet era muy soso, un vídeo era muy típico... Al final, Entre Lux, Charlotte, y Alison, nos dieron una idea bonita. Era simple, pero si lo hacíamos bien, podríamos decirles todo lo que siempre habíamos necesitado decir. 
-Pero papá, que sepas que si lo hacéis bien, vais a hacer llorar a todas esas chicas que os quieren.- Me dijo Alison, y me dio un beso en la mejilla.
-Pero llorarán de felicidad.- Añadió Lux.
-Bien, Lux, bien, ya has aprendido mi lema. - Confirmó Niall, y todos nos reímos.
Comenzamos a trabajar en el proyecto. No queríamos tardar mucho, pero tampoco hacerlo tan rápido que saliera mal.
En apenas tres días, ya estaba casi terminado. Estaba quedando bastante bien, aunque antes de publicarlo mundialmente, se lo enseñaríamos a nuestras mujeres e hijos, para que opinaran. 
Estábamos tan emocionados como la primera vez que fuimos al estudio de grabación, o que dimos nuestro primer concierto.

*Narra Taylor*

Estábamos las cinco sentadas en el sofá, y los niños tumbados en el suelo. Listos para ver qué habían preparado. 
-En primer lugar, tenemos un pequeño vídeo de un día en nuestra casa.- Dijo Harry, con su sonrisa pícara, que no cambiaba.
-¿Cuándo lo has grabado?- Pregunté.
-Hemos.- Corrigió.- Todos tenemos nuestro vídeo. Y las casas estaban llenas de cámaras.
-¡Qué vergüenza!- Exclamó Paola.
-¡Anda ya! No seas tonta.- Le dijo Darcy.- Venga, ponedlo, que voy a morir de intriga.
Pusieron el vídeo, que duraba unos quince minutos, y estaba formado por momentos únicos y muy divertidos de todos nosotros. Jugando con los niños, gritando, bailando, cantando... una vida de lo más loca. 
-¡Qué pasada!- Gritó Darcy.- Juro que siempre he querido un vídeo así.- Se levantó corriendo y besó a Zayn en los labios.- Te quiero, cariño.
-¿Os gusta?- Preguntó Louis.
-¡Sí!- Gritamos todos.
-Bien, pues ahora vamos a por lo siguiente. - Anunció Liam.
-Tachán.... tachán.....- Niall comenzó a intentar causar tensión en el ambiente, sin saber que sólo causaba risa.- ¡Fotos!
-¿Fotos?- Preguntó Elena extrañada.
-Así es.- Dijo Zayn.
-Cariño... ¿más fotos en el espejo?- Le dijo Darcy.
-Jajajaj Qué graciosa, ¿no?- Le respondió Zayn.- No... son fotos que hemos recopilado desde que os conocimos, hasta ahora. 
-¡Ooohh!- Exclamamos.
-¡¿Salgo yo, papi?!- Exclamó el pequeño Harry, moviendo su pelo rizado.
-Claro, ¿cómo no va a salir el niño más guapo del mundo?
-Y por último... una carta, esperamos que emotiva.- Dijo Louis.

*Narra Darcy*

Me levanté y les abracé. Estaba realmente orgullosa. Qué sensación más escalofriantes era ver a los cinco héroes de miles y miles de chicas, emocionados por algo que aprecía un final.
Cogí un sobre rojo, en el que estaba la carta.  Esta carta, junto con las fotos y el vídeo, sería publicada en la página oficial de los chicos, y en varias plataformas más de internet. Era bastante larga. Estaba segura de que lloraría. Habían sido tantos momentos buenos como malos, tanta lucha para conseguir lo que soñábamos, que costaba creer que ahí acabara. Eran ellos, nuestros ídolos, hoy en día, nuestros maridos y padres de nuestros hijos, los que hoy escribían una carta para dar las gracias por todos esos años de apoyo, las gracias a sus millones de fans. No importaban cuántos les odiaran, ellos habían llegado a lo más alto, y aún así, tenían un corazón de oro. Eran los mejores, de eso no cabía duda. Tras un abrazo colectivo, emotivo, y cargado de risas y algún que otro sollozo, comencé a leer:

<<Hola chicas, y chicos, no sabemos por dónde empezar, estamos igual que hace años, al borde el infarto. El tiempo ha pasado, todos hemos crecido, pero hay cosas que nunca cambian: el amor. Y eso es lo que hay entre nosotros. Somos más que cantantes, y fans, somos una familia, una enorme familia, y eso no lo podrá rompe nunca, jamás, nadie.
Nos parte el alma veros llorar. Siempre nos ha dolido ver a chicas gritar y llorar desconsoladamente, pero ahora más. Nos sentimos en deuda con vosotras, y queremos daros las gracias por todo. Siempre habéis estado ahí, apoyando incondicionalmente todo lo que hacíamos o decíamos, aunque no siempre fuera lo correcto. Y es cierto que hubo dramas y enfados, pero como en todas las familias. Estamos orgullosos de nuestro trabajo, pero más aún de tener a personas como vosotras. Nadie, nunca, superará lo que las directioners han hecho por One Direction. Estáis en todos los rincones del mundo, y aunque no todas hayáis podido cumplir vuestro sueño de decirnos que nos quereís, o darnos un abrazo, no debéis de sentiros mal, porque quedan muchos años y muchas oportunidades. 
Porque dar un último concierto oficial no significa que esto se acabe. One Direction será leyenda, será algo eterno. Será nuestro pequeño gran secreto. Porque nunca olvidaremos aquel 23 de julio de 2010. Nunca olvidaremos Torn, ni WMYB, ni ninguna de las demás canciones. 
No sabemos cómo daros las gracias. Sólo podemos decir que este no es el final de nada, sólo el principio de un nuevo comienzo.  Porque los sueños se cumplen, y vosotras lo habéis demostrado, juntos hemos dado sentido a esa frase, los sueños se cumplen, y aunque nada es eterno, nosotros estamos aquí, One Direction, y directioners, unidos para cambiar las reglas: ONE DIRECTION Y SUS DIRECTIONERS SERÁN ETERNOS. 
Gracias por todo. Gracias a todas esas generaciones que estáis ahí, desde cualquier rincón del mundo, tarareando nuestras canciones, viendo vídeos, y fotos.
Gracias, y si de verdad nos queréis, por favor, no llorad. Esto no es una despedida. 
Y quizás, habrá quien piense que esto es todo mentira, pero estas son palabras que nos salen del corazón, porque no podemos hacer nada más, sois muchas, si fuérais menos, iríamos a abrazaros a todas, pero es muy difícil. Pero bueno, ¿qué más da lo que digan? Lo importante es que nos queremos y aquí seguiremos por siempre.
Gracias por todo chica, os queremos, hasta la próxima.>>