domingo, 30 de septiembre de 2012

CAPÍTULO 57: SI FUERA INVISIBLE


Hola, aquí les dejo el capítulo 57. Siento mucho la espera, pero ya he empezado las clases, y eso me ocupa demasiado tiempo. Pero bueno, espero que les guste. Por favor, dejen algún comentario en la parte inferior o en twitter @_daliamaria . NARRA DARCY.
¡¡Muchos besitos y gracias por leer!!



La verdad, no sabía qué hacer. No sabía cómo sentirme. Lo ocurrido la noche anterior, e incluso esa misma mañana me había dejado fuera de mis casillas. Estaba un tanto confundida. Esas palabras de Zayn me habían hecho pensar cosas que tal vez fueran simples ilusiones. Esas sonrisas.... ¡no! Estaba demasiado confundida. Necesitaba volver a mi parte más despreocupada y divertida. Ahora estábamos en el mismo salón, sentados unos enfrente de otros, Liam, Niall, Zayn y yo. No quería hacer nada que pudiera... que demostrara mi confusión, basada en una montaña de ilusiones. 

¡Hey!- Exclamó Niall mirando a Liam.
¡¿Qué?!- Dijo Liam con sorpresa.
Había olvidado que hoy tenía una entrevista de radio.- Explicó Niall.
Es cierto.-Le confirmó Liam.
¿A qué hora era?- Preguntó Zayn mirando el reloj.
A las once y cuarto.- Respondió Niall. Hizo una pausa. Miró el reloj.- Dentro de media hora.
Date prisa.-Le dijo Liam, que aún seguía sentado en el sofá.
No, tú también debes darte prisa... La entrevista es para la dos.- Le dijo Zayn sin parar de reír. En ese momento yo me sentía como una espectadora, pero me sentía feliz.

Liam se levantó rápidamente del sofá y se dirigió a la planta superior. 
Pocos minutos después bajaron Niall y Liam ya perfectamente arregladitos. Iban perfectos, como siempre. Se despidieron y salieron de la casa. ¿Y ahora? No sabía si levantarme e irme o quedarme... Mis dudas aumentaban. Mi corazón latía más fuerte.
¿Tienes algo importante qué hacer?- Le preguntó con la esperanza de haberme explicado.

Umm.... -Puso una expresión pensativa.- Más que estar aquí ahora... No.
Bueno, pue... entonces...-Comencé.
Sí, te puedes quedar un rato más.-Me dijo. ¡OMG! Siempre adivinaba lo que quería decir. ¿Tanto se me notaba?
Con tu permiso me voy a tumbar ¿vale?- Sonreí mientras me tumbaba en el cómo sofá.
¿Estás cansada?- Me preguntó.
Bueno... digamos que anoche no acabé en mi mejor estado.-Le dije.
No importa, tan sólo estabas más contenta de lo normal. Pero era divertido.- Me dijo.
¿Hice algo demasiado vergonzoso?- Le pregunté.
No, de verdad.-Me dijo.
Oye... gracias por quitarme los tacones.... dormir con ellos hubiera sido toda una tortura.-Le agradecí. Comenzó a reír como descontrolado.- ¿Qué pasa?
Me ha hecho mucha gracia tu expresión. Me das las gracias por quitarte los tacones.... ¿de verdad?- Me dijo sin parar de reír.
Sí, y lo haría mil veces más.- Continué.-Aunque parezca una tontería.... desde mi habitación, ante la pantalla de mi ordenador, he pensado muchas veces en el momento en que os conociera. Me pasaba el día imaginando cómo sería una amistad con vosotros, y me maldecía a mí misma por no poder veros, deciros lo mucho que habéis cambiado mi vida, todo lo que me habéis ayudado. Sí, desde mi habitación he pensado muchas veces en la cantidad de dinero que hubiera pagado para vivir un momento así, pero no lo tenía... - Le expliqué. 
Zayn no me respondió. Mejor dicho, no me respondió con palabras. Me miró con sus lindos ojos. Sí, esa mirada que si hubiera sido una foto y yo hubiera estado en el instituto la hubiera guardado en 0'2 y hubiera dicho: ''OMG! Me encantaría poder estar ahí''. Pero... esta vez era real, le tenía delante.


Me dirigió esa media sonrisilla que tanto me encantaba. Le sonreí, no pude evitarlo. Él despertaba lo mejor de mí. Unos segundos después, noté cómo sus ojos estaban empañados. No, yo no quería hacerle sentir mal. Justo entonces se acercó a mí, me abrazó. Le abracé. En ese momento podría haberle amado más, pero eso era imposible, creo que no se puede amar más a nadie.

Muchas gracias, tus palabras me han emocionado.-Me dijo.
Lo siento, no quería hacerte sentir mal.-Le dije.
No, no,no te disculpes, lo que has dicho significa mucho para mí.-Me respondió. Yo seguía muriendo de amor. Yo seguía tumbada allí, en su sofá... ¿cómo era posible?

Se levantó. Yo me quedé allí tumbada. Por raro que pareciera, estaba cansada, y me acababa de levantar. Si hubiera estado en mi casa, me hubiera dormido, pero no quería desperdiciar aquellos momentos. No me lo hubiera perdonado nunca.

¡¿Puedo encender la tele?!- Le grité. En ese momento me di cuenta de que mi lado más descarado volvía a relucir.
¡Sí!-Me gritó desde el sitio en el que estaba, el cuál yo no sabía.

Así, lo hice, encendí la tele. No conocía los canales que había allí, así que lo dejé en uno cualquiera. Había anuncios. Pero bueno, al menos había ruido, no me dormiría. Los anuncios ingleses eran divertidos, aunque en algunas ocasiones había cosas que no entendía. 
Pocos segundos después apareció Zayn de nuevo en el salón.

¿Te has aburrido en mi ausencia?-Me preguntó.
No... no mucho, aunque estoy mejor en tu compañía.-Le dije.
Oh...eso me gusta.-Me respondió.
¿Sabes?- Le pregunté. Me miró intrigado.-Me gustaría ser invisible por un momento para ver si es cierto que dicen de que cuando te aburres en casa, vas al baño a mirarte al espejo.
Zayn comenzó a reír. Realmente, le había hecho gracia.
¿De verdad?-Me preguntó.
Sí... ¿y tú... para qué te harías invisible?- Le pregunté.
Yo me haría invisible para ver qué les dices a tus amigas sobre mí.-Me respondió con una sonrisa muy interesante.
Hey! ¡Serás egocéntrico!-Bromeé.
Tal vez... ¿debo disculparme?- Me preguntó.
¡No! Me encantas así... Eres... eres... ¿perfecto? Sí, eres perfecto.-Le dije.

Ambos comenzamos a reír. De pronto Zayn agarró mi mano. Se levantó. Comenzó a andar sin soltar mi mano, por tanto tuve que levantarme del sofá. No podría ser más feliz. Con él todo era como caminar entre las nubes.

Subimos las escaleras. Él no soltaba mi mano. Pero lo que él no sabía era que aunque la hubiera soltado, yo no me hubiera parado, yo le seguiría hasta el infinito.
Cuando llegamos arriba... Entramos en una habitación, que a juzgar por las cosas que había.... era la suya. Atravesamos la habitación entera (era enorme). Entramos en el baño. 

Tranquila.... no tienes que hacerte invisible.-Me dijo.
¿En serio?- Le dije fingiendo sorpresa.
Se colocó ante el espejo. Se arregló el pelo. Creo que me embobé. No... eso era demasiada perfección. Luego, se colocó bien la chaqueta. Se miró de nuevo. Se giró hacia mí. Me sonrió. Se volvió hacia el espejo. Se sacó la lengua a sí mismo.

De verdad... eso para mí era precioso, no tenía palabras para describir aquel momento. ¿Cómo se podía ser tan perfectamente perfecto? Unos segundos después... comenzó a reír, pero para llegar a la cumbre de la perfección, si es que se podía ser más perfecto... comenzó a bailar.
Me quedé mirándolo, creo que con una sonrisa un tanto estúpida en la cara. Se volvió hacia mí.

¿Te vas a quedar ahí parada?-Me preguntó.
¿Te toco las palmas?- Le pregunté al tiempo que tocaba las palmas a  un ritmo parecido al de Up All Night.
No... digo yo que podrías levantarte y bailar conmigo ¿no?- Me dijo.
¡Ah, guay!- Exclamé al tiempo que me levantaba y me colocaba a su lado.

La escena era realmente divertida. No podía dejar de sonreír. Pero lo que más gracia me hacía era que estábamos coordinados ¡sin música!

De nuevo... Zayn agarró mi mano y corrió. En serio, él adoraba correr. Atravesamos la habitación.

¡Vas a tener que darme algo muy delicioso para comer, estoy corriendo mucho hoy!- Le grité mientras bajábamos las escaleras.

Cuando vi lo que Zayn estaba haciendo me quedé un poco como: ''¿de verdad? no, seguro que no''. Aunque en el fondo... la idea no me hubiera disgustado. Sonreí. Me miró. Señaló lo que tenía entre las manos. Sonrió. Volví a sonreír.


*CONTINUARÁ....¿QUÉ ESTARÍA PENSANDO ZAYN? ¿QUÉ HABÍA COGIDO?*

CAPÍTULO 56: ''ERES MÁS DE LO QUE CREES''


Hola, aquí les dejo el capítulo 56. Está narrado por Paola. Espero que les guste, que dejen sus comentarios.
Muchas gracias por leer mi fic. Muchos besitos. :)



Le miré. Me miró. Sí, me quería tatuar eso porque en parte, era lo que me había llevado hasta allí.
Estaba segura, eso se me había venido a la cabeza así, de pronto, y no quería desechar tal pensamiento.

Estaba asustada. Sí, bastante. Pero miré su maravillosa sonrisa, sus brillantes ojos. Le miré, él me hacía sentir como en otro mundo, en otro planeta.

El tatuaje era en la parte interior de la muñeca,era pequeño,por tanto,no tardaría mucho en estar hecho. Así fue, fue poco tiempo. O quizás fuera mucho, pero se me hubiera pasado rápido, porque no había dejado de mirar ni un instante a
Louis,bueno, sí, cuando de vez en cuando cerraba los ojos para evitar las molestias.

Mi mano y la de Louis estaban enlazadas. Si por mí hubiera sido, me hubiera tatuado el cuerpo entero sólo para que nuestras manos estuvieran enlazadas todo el día.
Mi muñeca debía permanecer vendada un tiempo. Sí, ahora me dolía. Sinceramente, yo soy muy sensible al dolor, pero, aquello molestaba. Pero bueno, todo tiene consecuencias.

Salimos del edificio. Caminamos un poco. No sabía adónde íbamos. Pero me daba igual.Sólo saber que estaba con él, me hacía estar feliz.

Llegamos a la puerta de Starbucks. Nos detuvimos.

¿Te duele la mano?- Me preguntó cogiendo la mano que no tenía vendada.
Bueno... un poco, pero puedo soportarlo.-Le respondí.

Entramos. Seguíamos cogidos de la mano. Estaba feliz, pero me sentía incómoda. No quería llamar la atención de las demás personas. No debía olvidar que él era famoso.

Nos acercamos, pedimos cada uno lo que queríamos tomar. Cuando nos sirvieron lo que habíamos pedido, nos miramos de nuevo. Yo me notaba nerviosa, e incluso un poco insegura. Quería relajarme, pero se me hacía difícil. Le quería demasiado, y tenía miedo a decir algo inapropiado. Él significaba mucho, muchísimo para mí. Pero de nuevo, él me ayudó. Con su mejor sonrisa, colocó su brazo sobre mis hombros, besó mi mejilla y me abrazó.

No te preocupes.- Me dijo.
Gracias.-Le dije. Sí, él había notado que estaba nerviosa.

Salimos del local. Enfrente había un bonito lugar. Era todo en tonos verdes. Pero no dije nada, prefería que fuera él el que decidiera el lugar.

¿Te apetece dar un paseo?- Me preguntó.
Sí, mucho.-Le respondí.

Comenzamos a pasear. Al principio, yo seguía invadida por los nervios, pero con cada paso, me relajaba más, y más.


Durante el paseo, hablamos de muchas cosas. Él me contó cómo estaba viviendo toda aquella experiencia. La verdad, era muy distinto oirlo de su propia boca que leer cosas en Internet. Yo no podía dejar de sonreír.

Luego, fui yo la que le contó qué planes tenía, por qué había ido hasta allí... .

¿Y crees que estarás aquí todo lo que queda de verano?-Me preguntó.
A mí sí me gustaría. Además, como hemos encontrado un trabajo, podremos sobrevivir.- Le dije entre risas.
Me parece una buena idea.- Afirmó él.
También me gustaría terminar aquí mis estudios, peor eso ya es más complicado.-Le expliqué.
¿Por qué es más complicado?- Me preguntó.
Bueno, no se...-Le respondí dudosa.
Me has dicho que tus hermanos lo han hecho ¿cierto? ¿Tú por qué novas a poder?- Me dijo. Esas palabras me animaron mucho.
Es cierto, todo es posible. Gracias.-Le dije. Y sin decir una palabra más, le abracé.

Continuamos andando. El tiempo pasó rápido. Ya era la hora de comer. ¿En serio había pasado ya tanto tiempo? No me lo podía creer. En fin, estaba demostrado que su compañía me hacía trasladarme de planeta.

¿Dónde te apetece ir a comer? ¿A casa con los chicos o a algún restaurante?- Me preguntó.
A mí me da igual,donde tú prefieras está bien.- Le respondí. Era la verdad.

Decidimos ir a comer a un restaurante de comida rápida. Bueno, mas bien lo elegí yo.

Pero... ¿de verdad no te importa?-Le pregunté.
Por supuesto que no. A mí me encantan las hamburguesas.-Me respondió.

Y así entramos en el lugar. Nos sentamos en una mesa al final, pegados a una ventana. Charlamos durante unos minutos, pero... algo fallaba. Comenzamos a reír.

Jajajaj Nos hemos sentado sin haber pedido la comida.-Me dijo Louis sin parar de reír.
Es cierto, estamos en las nuebes.-Le dije.
Bueno... ¿pero con quién mejor que contigo en las nubes?-Me dijo. Sus palabras me hicieron morir de amor. No lo podía creer. ¿De verdad él había dicho eso? ¿A mí? Sonreí. Era la típica sonrisa ''tonta''.

Louis se levantó. Hice el intento.

No, quédate ahí, yo traigo tu comida. ¿Qué vas a querer?- Me dijo. Yo seguía muriendo de amor.
Bueno... sorpréndeme.-Le dije. En realidad, esa respuesta se la di porque no sabía que quería pedir.

Poco después, se acercó a la mesa. Traía la comida de los dos en una sola bandeja. Para mí, de beber había pedido una Coca-cola, al igual que para él; y de comer, ambos comeríamos hamburguesas sin pepinillos.

He elegido las dos hamburguesas sin pepinillos.- Me explicó.
Sí, mejor, no me gustan demasiado.-Le sonreí.

Nos comimos las hamburguesas, las patatas y nos bebimos los refrescos. No paramos de reír. Una joven se acercó a nosotros. Estaba muy decidida. Me pidió que le hiciera una foto con Louis. Se la hice. Pero para mi sorpresa, luego quiso una foto conmigo. ¿Yo? ¿Conmigo? Yo no era famosa.

Pero... yo no soy famosa.-Le dije. Miré a Louis.
No importa. Me has caído bien.-Me dijo.
Eso es fácil, ella es maravillosa.-Le dijo Louis. Me ruboricé.

Louis nos hizo la foto. Yo estaba perpleja. No lo podía creer.
Poco después, elegimos los postres. Yo elegí un helado de nata y caramelo, y Louis uno de nata y chocolate. Salimos.

El cielo estaba nublado. No importaba. Nada más allá de él y yo me importaba. Sólo quería decirle que le quería, pero no era capaz.
Nos dirigimos hacia el coche.

Me ha extrañado que esa chica se quisiera hacer una foto conmigo.-Le dije cuando ya estábamos dentro del coche.
¿Por qué?- Me preguntó.
Porque yo no soy famosa, no soy...-Iba a terminar la frase con un ''nadie'', pero él me interrumpió.
Eres más de lo que crees.-Me interrumpió.

No pude responder. No me salían las palabras. Casi sin darme cuenta, una lágrima brotó de mis ojos. No quería que salieran más lágrimas, pero no podía evitarlo. Aquello era demasiado bonito. Yo era demasiado feliz.
Louis apartó las lágrimas de mi rostro con sus manos. Luego, se acercó a mí y me abrazó. El abrazo fue precioso. Al separarnos, sin poderlo evitar, y extrañada de mí misma, le besé. No podía creer que yo hubiera hecho eso.

Me aparté. Giré la cabeza. Sí, las lágrimas volvieron a mí, pero esta vez, eran lágrimas con una mezcla de felicidad y culpabilidad. ¿Por qué había hecho eso?

Hice el intento de abrir la puerta. Me iba a bajar del coche. Pero... en ese momento, Louis cerró las puertas. En ese momento, maldige las tecnologías.
Me hizo volverme.

No llores. Ha sido un beso muy bonito.-Me dijo.
Pero quizás no debería haberlo hecho.-Le dije, con la voz entrecortada.
¿Por qué?-Me preguntó.
Porque no se si tú quieres, si te molesta... Porque yo no soy nadie. Sólo una fan.- Le expliqué.
No digas que no eres nadie. Y no eres sólo una fan. Eres la chica que está ahora mismo aquí, conmigo, y a la que no me importaría besar de nuevo.-Me explicó.
¿En serio?-Le pregunté secándome las lágrimas.
Si quieres te lo demuestro.-Me dijo. Pero no me dio tiempo a responder. Se acercó a mí. Cada vez estábamos más cerca. Nuestros labios estaban a escasos milímetros. Se unieron. Él quiso que se unieran. Fue el beso más bonito que nadie jamás me había dado. Estuvimos besándonos un rato. Las manos de Louis estaban sobre mi cintura, las mías estaban alrededor de su cuello. Cerré los ojos. Quería perderme en aquel hermoso beso. No lo podía creer, pero sí lo podía disfrutar.





*CONTINUARÁ...... BONITA HISTORIA ¿ALGUIEN ESPECIAL?*


CAPÍTULO 55: EL PREMIO AÚN ESTÁ POR DECIDIR.

Hola, aquí les dejo el capítulo 55. Siento de verdad la tardanza. Está narrado por Taylor. Espero que les guste, y que dejen sus comentarios.
Gracias por leer :)



¡Hey! Está chuli ¿eh?- Le dije.
Sí, eso creo.- Me respondió consciente de que había acertado llevándome a ese lugar.
¿Puedo...?- Comencé.
Sí, puedes elegir lo que quieras.- Me interrumpió.

Era una bonita y amplia tienda llena de chucherías y caramelos. Era muy bonito todo, porque era muy colorido. Me gustaba mucho. Tanto mis amigas como yo somos muy golosas. Nos encantan las chucherías. Pero... en ese momento, todas aquellas gominolas se había vuelto más y más dulce, más especiales.

Me acerqué a un estante enorme que había en el centro de la tienda. La joven dependiente pareció reconocer a Harry. Sí, era evidente, le faltaba poco para caer desmayada. La verdad, no le presté demasiada atención.


Miré a Harry, él me miró. Ambos sonreimos. Justo en ese momento, la canción que envolvía el ambiente en aquella tienda era ''Steal My Heart'' , sí, yo creo que aquella joven había puesto la canción a propósito. Ella no dejaba de sonreír. Pero... yo me dejé llevar. La felicidad que me invadía era enorme. Todo era genial. Cuando volví a mirar la preciosa sonrisa de Harry, seguía oyendo la música, me sentía como si aquel momento fuera el videoclip de aquella canción. Casi sin darme cuenta, y con la ilusión de una niña de seis años, cogí la mano de Harry y le acerqué a mí. Luego, explotamos en una carcjada. Ambos empezamos a coger gominolas. Cogimos muchas, muchísimas. No puedo saber cuántes llevábamos cada uno, pero era una cantidad enorme.

Luego, nos acercamos al mostrador en el que estaba aquella muchacha a punto de sufrir un paro cardíaco. En verdad, me dio un poco de lástima, porque yo sentía lo mismo, pero con una diferencia: Éramos amigos. Sólo de pensarlo, el corazón se me aceleraba.
Harry saludó a la joven.

Hola, relájate. Has elegido muy bien la canción para ambientar la tienda.- Bromeó.
Eh, eh... yo... tú...- La joven no sabía qué decir. Se ruborizó.
Relájate, se lo que sientes, lo mejor es que cojas aire.- Le dije. No me pude resistir.
¿Me puedo hacer una foto contigo?- Le preguntó la joven aún con la voz temblorosa a Harry.
Claro, eso no hace falta que lo preguntes.- Le dijo Harry.

Ambos se colocaron delante del mostrador. Yo cogí el móvil de la chica, y les hice la foto.

¿Podemos hacernos otra?- Le preguntó la joven a Harry.
Sí.- Le sonrió él.

Así que les hice dos fotos más. En las tres estaban sonriendo, pero en diferentes poses.
Poco después, Harry pagó. Sinceramente, nunca había visto a nadie, gastar tanto en chucherías.

Al salir, nos montamos en el coche. De nuevo, tenía la duda de adónde íbamos. Lo
que era seguro es que nos pondríamos morados de chucherías.

Durante el trayecto, nos reímos. De nuevo, muchos, demasiados pensamientos venían a mi mente. Pero...¿qué estaba haciendo? Eran los mismos pensamientos que tenía desde la soledad de mi habitación, cuando mi mayor anhelo era conocerlos, y ahora... ahora ya les conocía, ahora sólo debía disfrutar el momento. Eso hice.
Sin decir una palabra, subí el volumen de la canción que estaba sonando. Sinceramente, no recuerdo cuál era. Él me miró. Se rió. Me reí.

Poco después habíamos llegado al lugar elegido por Harry. Era el lugar de los columpios al que fuimos Paola, Niall, Louis y yo. ¿Se lo habríaln dicho ellos?. Nada más bajarme del coche, nos dirgimos a los columpios. Nos sentamos. ABrimos las bolsas de chucherías. Había unas gominolas de pequeño tamaño y forma redondeada. Eran de muchos colores distintos. Se me ocurrió una idea.

Veamos quién es capaz de lanzar una gominola al aire y hacer que caiga en el interior de la boca.- Le propuse.
Y quien gane, ¿qué consigue a cambio?- Me dijo desafiante. Me miró. Tenía esa sonrisa que lo decía todo. Esa sonrisa tan sexy, tan perfecta, tan tierna. Era él.

Bueno... el premio aún está por decidir.- Le dije, con una sonrisa bastante pícara.Pero lo que él no sabía era que el mejor premio que yo podría recibir en ese momento era un beso suyo.

Comenzamos el juego. La primera y la segunda vez, ambos acertamos, pero...a la tercera, él estiró su brazo y cogió mi gominola en el aire, por tanto, yo me quedé con la boca abierta esperando una gominola ya inexistente.
Harry comenzó a reír descontroladamente.

Pero...eso es trampa.-Le dije.
Sí, es cierto.-Me afirmó.
Está bien... yo también se las reglas del juego sucio. ¿Quieres guerra? La vas a tener.- Fingí superioridad.

Continuamos con nuestra batallla. Me detuve. Le miré. Estaba demasiado concentrado en cazar su gominola. Pero... esta vez, me tocaba a mí.



*CONTINUARÁ......¿QUÉ HARÍA TAYLOR? ESTAS CHICAS NO TENIAN LÍMITES.*

CAPÍTULO 54: ''ME ESTOY INTENTANDO CONTROLAR''


Hola, aquí les dejo el capítulo 54. Espero que les guste, y siento el retraso, pero me ha costado bastante escribirlo, así que no estoy muy contenta con él. Por favor, necesito que me dejen un comentario, necesito saber qué les ha parecido. Bueno... lo dicho: Ojalá les guste. NARRA PAOLA.




Taylor había salido de la casa. Había visto cómo salía del jardín montada en el coche de Harry. Cada vez quedaban menos minutos para ver a Louis. Estaba nerviosa, tenía miedo. Miedo de que con tanta cercanía, ese amor desocontrolado que sentía a miles de kilómetros, ese amor no correspondido, aumentara. Me gustaba la idea de ser a amigos, me sentía feliz de haberles conocido, pero sabía
que eso haría que me enamorara más y más.

Subí. Me duché, me arreglé. Elegir la ropa que creía más adecuada me costó, ya que no sabía adónde iríamos, para más confusión, no sabía cuánto tiempo dudaría aquel extraño encuentro.
Era cierto, me había comprado ropa nueva, pero decidí no ponérmela, sin motivo alguno, no me apetecía. Así, que me decanté por una falda azul oscuro con topos blancos, una camisa blanca, y un bolso marrón de mano. El pelo me lo dejé suelto, colocado hacia un lado.



Cogí mi móvil. Entré en twitter. Yo también tenía muchos mensajes, menciones... al igual que Taylor. No lo leí todo, sólo algunas menciones y dos mensajes. Sí, era cierto, algunas menciones eran bastante... directas. Y los mensajes sólo leí el de varias chicas del instituto. Sí, estaban llenas de  envidia. No les respondí. No sabía qué poner.

En ese instante, sonó el timbre. Era el momento. Estaba nerviosa. Le quería demasiado. Me dirigí a la puerta. Cogí aire. Abrí. Sonreí.

Hola.- Le saludé.
Buenas...- Me dijo él.
¿Qué tal?- Le pregunté. No sabía qué decir.
Bien... ¿vamos?- Me preguntó.
¿Adónde?- Pregunté.
Mejor déjame que te sorprenda.-Me respondió sonriente. Esa sonrisa me hacía morir de amor. Me hacía querer abrazarle.

Subimos al coche. Estaba como en una nube. Estaba como en sueño del que no quería despertar. Era como en esos sueños de los que despiertas e intentas volver a dormir para continuar con la maravillosa historia.

Le miré. Intenté hacerlo disimuladamente. Me encantaba aquella camiseta, sí, esas rayas le quedaban realmente bien.

Él conducía hacia un lugar cualquiera, hacia un lugar desconocido para mí. Sin saber por qué, Taylor y Darcy aparecieron en mis pensamientos. De pronto, mi móvil sonó. Lo desbloqueé. Era un mensaje del chat. Era Darcy. ¿Qué querría? ¿Estaría bien? Mejor leer lo que ponía.

Darcy: ''Zayn es maravilloso. Le amo. Tengo un tatuaje. Amor es lo que sentía, ahora siento.... más amor. Le amoooooo.''

Sí, era un mensaje típico de ella. La misma cosa expresada de mil maneras, y entre medio, algo fuera de plano. Era ella, mi amiga, la atrevida, la vacilona, esa que siempre conseguía una sonrisa para lo demás. Sonreí.

He hablado con Zayn.- Empezó Louis.- Yo quería darte esta sorpresa, pero no estaba muy convencido. Luego, vino Harry y entre los dos me convencieron de que sería buena idea.- Aparcó el coche mientras hablaba.
Pero...¿qué es?- Le pregunté.
Espera, ya estamos cerca.-Me respondió.

Bajamos del coche. Una chica saludó de lejos a Louis. Al principio él quedó extrañado, pero al segundo siguiente la saludó efusivamente desde lejos. Poco después comenzó a reír como descontrolado. Su risa se me contagió.

¿Sabes qué me hace tanta gracia?- Me pregunto.
A ti no se, pero yo estoy riendo porque adoro cuando ríes. Siempre he reído cuando tu reías, lo que pasa que no me veías.- Continué riendo.
¡Hey! Buena respuesta...- Me dijo levantando su mano derecha. Chocamos ''los cinco''. Mi felicidad aumentaba por segundo.- Estoy riendo porque no se quién era esa chica.- Me explicó.
Jajajaj ¿Y la saludas así porque sí?- Le dije.

Pocos segundos después, la chica estaba cerca de una cabina con dos amigas más. La chica no dejaba de saltar, de gritar, de llorar, de correr. Parecía poseída. Pero yo sabía lo que le pasaba:era una fan y estaba realmente feliz. A mí me hubiera gustado correr y saltar con ella. Pero debía controlarme.

Mira, allí está.-Le dije a Louis señalando a la chica.
Es cierto. Está muy nerviosa.-Me dijo.
Normal,su ídolo le acaba de saludar como si fuera su amigo de toda la vida.-Le dije.-Yo haría lo mismo.
¿Sí?- Se extrañó.
Bueno... ahora estoy controlándome.-Le expliqué.
¿Y podrías decirme qué hubieras hecho tú?- Me preguntó.
¿Seguro?- Le intenté advertir.-
Sí, seguro.-Me respondió.

En ese momento parecí como liberada. Mi inmensa felicidad iba a ser expresada. Ahora estaba más feliz aún.
Sonreí. Noté cómo se me llenaban los ojos de lágrimas. Intenté relajarme ¿para qué? Él quería ver mi lado fan ¿cierto?
Casi sin darle tiempo a respirar, me lancé contra él. Le abracé fuertemente. No le quería soltar y se lo dije.

Muchas gracias, has cambiado mi vida. No quiero soltarte jamás.- Comencé.
De nada, guapa.-Me interrumpió.
¡Oh Louis! Eres mi ídolo...¿puedo...?- Tartamudeé. Aquellos nervios eran reales.
¿Qué quieres tocar?- Jajajja Era demasiado listo.
¿Puedo tocar tu flequillo? ¿Y tu trasero?- Le dije. Sí, ese era mi lado fan.- ¿Me das tu número de teléfono?
Jajajaj La diversión contigo y tus amigas, en una firma o concierto hubiera estado asegurada.- Me dijo. Yo me sentía un poco ridícula haciendo eso... pero... en verdad era lo que hubiera hecho si me lo hubiera encontrado por la calle. O quizás no, bueno, no lo se. - Pero... a las fans hay que concederles los deseos, y si son amigas más, así que... ¡toca!

No me lo pensé. Sólo le miré. Le sonreí. Acto seguido.... le toqué su lindo peinado. Su cabello era suave, pero pocos segundos después, mi mano estaba posada sobre su lindo trasero. Sí, había cumplido el sueño de millones de chicas. Aunque yo, sinceramente, me hubiera conformado sólo con su sonrisa.

Después de ese momento ídolo-fan, continuamos andando. Llegamos ante un edificio. Louis llamó al timbre. Bajó a recibirnos un hombre rudo, alto. Louis y él se saludaron. Mi timidez no me dejó decir más que un leve ''hola''.

Cuando llegamos a la planta indicada, Louis saludó al resto de personas allí presentes. Me encantaba Louis, me encantaba su forma de ser, su espontaneidad. Sí, era todo lo contrario a mí. Para él, la palabra ''timidez'' no existía. Eso me gustaba, con él me sentía bien. Era algo difícil de explicar. Era algo realmente maravilloso.

Bueno, quizás te preguntes qué hacemos aquí ¿no?- Me dijo él con su infinita sonrisa.
Sí, un poco.- Le respondí con mi infinita timidez.
Bueno, ¿recuerdas que tus amigas y tú hablásteis de un tatuaje? Pues hoy tienes la oportunidad de hacértelo.- Me dijo.
¿De verdad?- Le pregunté.
De verdad. No te mentiría nunca.- Me respondió. Me derretí.... mi corazón se hacía pedazitos.
Muchas gracias, pero... me da un poco de miedo. Es la primera vez que me tatuo.- Le dije, algo ruborizada.
¿Sabes? Te diría que no te preocupes, que no duele tanto, pero te mentiría, porque nunca me he tatuado. Pero sí te puedo decir que cuentas con mi ayuda si la necesitas.- Me explicó.
Oh... ¿sabes lo que me ayudaría?- Le pregunté.
Dime... - Me respondió.
Bueno.... Me sentiría mejor si te escuchara reír, si, tu alegría siempre se me contagia.- Le pedí.
Eso está hecho.- Me respondió. Momentos después, puso una canción cualquiera en su móvil y comenzó a bailar. Los movimientos eran exagerados. Comenzó a reír. Me tendió la mano. Me levanté de la silla en la que estaba sentada. Comencé a bailar con él.
Muchas gracias. Me alegras siempre.- Le dije. Seguíamos bailando.
Estábamos muy cerca, demasiado. Nuestras miradas se cruzaron, demasiado. Mi corazón latía cada vez más y más fuerte.  Era algo incontrolable. Pero exploté de amor cuando me abrazó. Ese abrazo tierno, cálido, dulce, divertido.... Perfecto.

¿Sabes qué te vas a tatuar?- Me preguntó. Cuando me quise dar cuenta, el abrazo había desaparecido. ¿Por qué?
Sí.- Le respondí, y luego le expliqué qué era lo que quería.
Pero... en casa explicaste otra cosa ¿no?- Se extrañó.
Sí, pero me acabo de dar cuenta de lo que esto significa realmente para mí.-Le expliqué.




*CONTINUARÁ.... ¿QUÉ HABRÁ ELEGIDO? ¿ERAN LA QUÍMICA PERFECTA?

CAPÍTULO 53: ''YO TAMBIÉN PUEDO TENER IDEAS LOCAS''


Hola, ¿qué les está pareciendo la historia? Espero que les esté gustando. Aquí les dejo el capítulo 53. Está narrado por TAYLOR. Comenten, voten, valoren.....



Mi alarma sonó. Abrí los ojos. Demasiada luz entraba por la ventana. Seguía nerviosa. Miré la cama de Paola, estaba vacía.
Bajé a la cocina, allí estaba Paola.

Buenas días.- La saludé.
Hola.- Me saludó.
¿Se sabe algo de Darcy?- Le pregunté con voz de dormida.
Sí, que no ha dormido en casa.- Me respondió.
Bueno, yo eso ya lo sabía. Anoche hablé con los chicos y me dijeron que no dormiría en casa.-Le expliqué mientras me preparaba una taza de café con leche.
¿Hablaste con los chicos? ¿A qué hora?- Me preguntó.
Serían las dos o las tres de la mañana, no estoy segura.- Le respondí dudosa.
¿Y por qué? ¿Ha pasado algo?- Continuó con las preguntas.
Bueno... leí cosas en twitter que no me gustaron y por las cosas que puse, ellos se preocuparon y me preguntaron que qué pasaba, entonces, estuvieron un rato diciéndome que no me preocupara, y luego me dijeron que Darcy no dormiría con nosotras.-Le resumí un poco la conversación de esa noche.

Salí de la cocina. Miré el reloj. Aún era temprano. Me acerqué a la ventana. Hacía un poco de frío, pero había sol. Comencé a pensar en muchas cosas, pero a la vez en nada. Estaba confundida y feliz.

Me di una ducha. Me acerqué al armario. La tarde anterior había decidido ponerme unos pitillos de un color llamativo y una camiseta de rayas. También me pondría unas sandalias de tacón y un bolso marrón. Me parecía un look apropiado para cualquier cosa que surgiera.
Me maquillé un poco. Resalté mis ojos con el lápiz negro. Me gustaba cómo se veían mis ojos de brillantes, era efecto de la felicidad.
Cuando estuve lista eran las once menos cuarto de la mañana. Le hice PING  a Harry.

En pocos minutos llegaría.

No me equivoqué, en menos de cinco minutos ya estaba en la puerta.
Me despedí de Paola. Nos deseamos suerte mutuamente y salí.

Hola- Saludé a Harry.
¿Estás mejor?- Me preguntó.
Sí, estoy mejor. Muchas gracias.- Le respondí.

Subí al coche. Estaba segura de que fuera lo que fuera, la sorpresa me gustaría. No podía salir mal si estaba planeado por Harry.

¿Adónde vamos?- Pregunté.
Si te lo digo, no será una sorpresa.- Me respondió con una misteriosa sonrisa.
Está bien.- Asentí.- ¿Llegó Darcy a vuestra casa anoche?
Bueno, más que llegar ella.... la llevó Zayn.Creo que se pasó con el vodka.- Explicó sin parar de reír.
Uf... Darcy más contenta de lo normal, suele ser muy divertido ver las cosas que hace.-Expliqué comenzando a reír. Recordé todas las noches que ambas habíamos coido ese puntillo de felicidad y risa tonta.
Quizás. Yo no la vi, pero si la oí reirse mucho. Luego, se quedó dormida, tuvo que ser Zayn el que la acostara, ella era incapaz.- Explicó Harry.
¿Y esta mañana?- Pregunté.
Esta mañana ya era ella. Ha sacado su lado más vacilón y divertido.- Comenzó a decirme Harry.- Sí, esta mañana se comportaba conmigo exactamente igual que en la  heladería.
Sí, eso es muy normal en ella. Pero aunque es muy vacilona, tiene un corazón de oro, de verdad.- Le dije. No quería que pensaran mal de ella.
Ya, ya.... Yo no digo lo contrario. Me encanta ver el lado divertido de la gente.- Me dijo.


Luego, me contó la ''peleilla'' de Zayn  y él. Yo me estaba imaginando la escena. Me resultaba divertido imaginarme a Harry haciéndole cosquillas a Darcy, y luego, que Zayn llegara, como un Super-héroe a salvar a su chica.

Pocos minutos después, Harry detuvo su coche. Estábamos en una calle que yo no conocía. En verdad, no conocía ninguna calle de Londres, pero.... .
Harry llamó al timbre. Bajó un hombre alto, con una camiseta negra. Saludó a Harry muy amigablemente. Yo le dije un leve ''hola'' . No quería llamar demasiado la atención, no quería que se formaran más líos.
Subimos. Al entrar, supuse de qué iba la sorpresa. Pero... ¿era lo que yo creía? Mejor esperar a descubrirlo.
Harry se acercó a mí.

Bueno, ¿sabes para qué te he traído?-Me preguntó.
Bueno, todos estos materiales me hacen pensar algo.-Le respondí.
Sí, te he traído para hacerte uno de los tatuajes que querías.-Me dijo.
¿Hoy? ¿Ya?- Le pregunté. Ahora mis nervios habían vuelto a florecer.
Sí, ¿no quieres?- Me preguntó.
Sí, sí quiero, pero... ¿duele mucho?- Le pregunté aún más nerviosa.
Depende.- Me respondió.
¿De qué?- Continué con las preguntas.
Depende de lo grande que sea el dibujo, del sitio donde te quieras tatuar, de la compañía que tengas... Y yo estoy aquí ¿hay mejor compañía?- Me dijo.
Siempre, siempre, siempre has conseguido que sonría, hoy de nuevo. Gracias.- Le dije.

Me senté donde Harry me dijo.

¿Qué dibujo vas a querer?- Me preguntó.
Quiero una pequeña estrella en la muñeca, en la parte interior. En la mano derecha.- Le dije, sin apartar mi mirada de sus hermosos ojos.
Tranquila, guapa.- Me dijo Harry. ¿Había oído bien? ¿Me había dicho guapa en Español? Sí, ese era mi íd... No,ahora era más que mi ídolo, ahora era mi amigo.

Poco después, todo estaba listo. Mi mano estaría tatuada en pocos minutos, o en muchos. No se, era la primera vez que me ahcía algo así. Tenía ganas, pero también miedo.

Harry cogió mi mano izquierda, besó mi mejilla y me dijo que no tuviera miedo. Ahora mis miedos desaparecieron. No podría explicar con palabras lo que sentía.
Poco después, tenía la muñeca vendada. Harry se despidió de todos los que estaba allí. Yo sólo dije ''adiós''. Para ser sincera conmigo misma, la mano me dolía bastante, mucho. Pero no dije nada. Yo, y mi orgullo.

Salimos del edificio. Hacía bastante Sol. Llegamos hasta donde Harry había aparcado su coche. Subimos.

Muchas gracias de verdad.- Le dije.
De nada.¿Te duele?- Me preguntó.
Bueno...  un poco...- Le reconocí.
Vamos a endulzar este momento.- Me dijo sonriente.

Me quedé un poco confusa. No sabía a qué se refería. Poco después, Harry detuvo el coche. Aparcó en un lateral. Un grupo de chicas se nos quedó mirando. Harry, al bajar del coche, hizo su característico movimiento de rizos. Creo que me quedé tan embobada como aquel grupo de chicas.

Era un grupo de unas siete chicas. Debían ser amigas. Se miraron entre ellas. Rondarían los quince años. Yo hubiera hecho lo mismo. En ese momento, yo estaba justo al lado de Harry. Me aparté un poco. Él me miró extrañado.

¿Qué haces? ¿Por qué te vas?- Me preguntó.
Hay demasiadas chicas mirando.-Le dije.
No pasa nada, no te van a comer.- Me dijo.
Sí, pero su ídolo eres tú.- Le expliqué.
Ya, por eso mismo, aunque sea su ídolo, soy un chico normal, tengo amigas. Anda, acércate.- Me dijo al tiempo que me tendía su mano. Le di la mano. Era una sensación maravillosa.

Me acerqué. Aquellas chicas le pidieron autógrafos, fotos... En esa ocasión, todas fueron muy respetuosas.
Cuando nos alejamos, yo seguía sin saber adónde íbamos. Pero bueno, iba con él, era lo que me importaba.

¿Por qué dijiste antes lo de endulzar el momento?- Le pregunté.
Ahh...- Me respondió en un tono misterioso.
Me volví. Le di la espalda. Me hice la enfadada.
¿Se ha enfadado la niña?- Preguntó siguiéndome el rollo.
Puede...- Le respondí. Aún seguía de espaldas a él. Estaba intentando contener la risa.

Casi sin darme cuenta, y como si de un ataque repentino de locura, Harry se acercó a mí, me cogió en brazos y me cargó sobre su hombro derecho. Parecía no notar mi peso. En ese momento yo me sentía como un ''peso-pluma''.
Comenzó a correr. Comencé a reír.

¡¿Qué haces?!- Le grité entre risas.
Correr, ¿no me ves?- Me respondió.
Sí, te veo....pero ¿por qué me has cogido?- Le pregunté.
No se, te he visto ahí tan.. tan.. me han dado ganas de cogerte.- Me respondió sin parar de correr.
¿Esta es tu idea de ''endulzar''?- Le pregunté riendo cada vez más fuerte.
No, aún no hemos llegado.- Me respondió.

Había gente que nos miraba raro, otros se reían, y para mi sorpresa, alguna pareja que otra, nos imitó. A cada paso, mi risa se acentuaba.
Si en algún momento a mi me dan ganas de hacer una ''locura'' no te asustes ¿vale?- Le advertí.
Tranquila... creo que no puedes conmigo.- Rió.
Quizás... pero puedo hacer cosas peores.- Le reté. Aún seguía sobre su hombro. Aún no había dejado de reír. Él aún seguía corriendo.

De pronto, se detuvo. Me bajó.

Hemos llegado.- Me dijo haciéndome girar sobre mí misma y colocándome en dirección al lugar elegido para ''endulzar'' el momento.
Oh... ¡que chuli!.- Grité. En ese momento, justo después de decir aquellas palabras, me di cuenta de que había parecido una niña chica. Me dio igual.
Entra, venga.- Me dijo.
¿Tú no entras?- Le pregunté.
Claro... yo no me perdería verte ahí como loca entre tanta dulzura.- Comenzó a reír en cuanto pronunció aquellas palabras.

Entre risas, entramos en aquel lugar. Estaba realmente chulo. Me gustaba. Era como volver al pasado. Era realmente dulce, nunca mejor dicho.



*CONTINUARÁ.... ¿DÓNDE ESTARÍAN? ¿LOCURAS DE TAYLOR? HABRÁ QUE VERLOS...*