sábado, 29 de septiembre de 2012

CAPÍTULO 8: CORRIENDO EN UN CAMPO DE ROSAS

Hola, aquí les dejo el capítulo 8. Espero que les guste. Si quiere decir algo, no duden dejar sus comentarios.  ¿eh?.Estoy escribiendo esto con mucho cariño, así que espero que les esté agradando.
Gracias por leer y besitos!!


Tarda  mucho Darcy ¿no?- Preguntó Paola.
Sí, pero seguro que está por ahí inventando algo. Ella y sus ideas locas.-Respondió Taylor.
Es cierto, pero... ¿estará bien?
Sí, ella sabe cuidarse demasiado bien.-Continuó riendo Taylor.
Es ceirto, siempre tiene ideas lcoas, pero en el fondo me gustan.- Rión Paola.

Después de un rato, n¡yo aún no había vuelto, y he de reconocer que tardaría un rato en hacerlo. Ninguna de las dos se podía imaginar de dónde estaba.

Sí creo que aquí será mejor.- Le dije.
Bueno, ¿me lo vas a decir ya?- Preguntó Harry. -Me estoy muriendo de intriga.
Verás, quizás te parezca muy pronto o muy descarada pero... Creo que entre nosostros ha surgdo una química especial ¿no crees?-Dije tímidamente. Me giré, por un momento le di la espalda, no quería hacerlo, pero subí los brazos, quería volar, o que un poco de inspiración llegara hacia mí.
Me parecía estraño todo lo que estab ocurriendo. Me parecía estraño que Harry hubiera saltado la valla del jardín sólo para saludarnos. Me parecía extraño estar con él a solas. Y me sentía extraña al estar intentando aquello.

Pero, venga, no me tengas miedo. COnfía en mí ¿Qué sucede?- Intervino él. Acercándose a mí por la espalda. Me quedé petrificada. Él, que me conocía de unas pocas horas, tenía más confianza conmigo que cualquiera de mis amigos.
Lo siento, creo que será mejor que no diga nada. Pero eso sí, no quiero que pienses lo que no es. Sólo quería pedirte un favor pero nada relacionado con el dinero o la fama ¿eh? No soy ese tipo de chicas.-Aclaré.
Está bien, pero yo también quiero que sepas algo.-Explicó
Dime- Dije.
Aquí tienes un amigo en el que confiar ¿vale?.- Me dijo sonriente.
Gracias.-Respondí.

Nos quedamos un rato en silencio. Pero al final sonreí y cogí aire. Quería que ese aire me diera fuerzas. No era demasiado loque quería pedirle, pero había sido un gran cambio: de pasar las 24 horas del día anhelándole tras la pantalla de mi PC, a estar pidiéndole un favor en el jardín de mi casa.

Está bien, te lo voya a decir.- Comencé.- Verás, mañana es el cumpleaños de Paola, y la pobre.¡, está muy triste porque no lo pasará con su familia, así que me preguntaba si tu.... si tu podrías llamarla.- Hice una pausa para coger aire.- Si quieres, puedes hacerlod esde un número oculto, para que no se nos quede registrado.
Está claro que sí. Por favor, sólo tienes que darme su número de teléfono.-Me respondió amablemente.
Muchas gracias.-Le dije sonriente mientras le daba mi BlackBerry, donde estaba el número de móvil de Paola.

Me encaminé hacia la casa. Pero cuando iba a cruzar la puerta, escuché un siseo. Entonces, me volví.

¿Qué pasa?-Pregunté
No seas mal educada, ¿no meinvitas a pasar?- Me dijo sonriente.
Esta casa es más pequeña que la tuya, pero puedes sentirte como en ella. No te hace falta invitación.- Le dije.
En dos segundos, me alcanzó, y subió los tres escalones del jardín con un salto.
Subimos a la segunda planta. Tayloy y Paola estaban escuchando One Thing, y noté cómo Harry sonrió por ello.

Chcas, si vais a salir haciendo las locas, salid vestidas por favor. No vengo sola.- Dije elevando un poco la voz.
Déjalas, si quieren salir desnudas, eso no es malo ¿eh?- Bromeó Harry.

A los dos segundos, estaban Taylor y Paola en la misma habitación que nosotros.
Estuvimos charlando un rato.

¿Tenéis algo muy importante que hacer?- Preguntó Harry.
Hombre, si este príncipe tiene algún plan para nosotras no.- Dijo Taylor sonriente.
¿Me has llamado príncipe?- Preguntó Harry.
Sí, pero... podrías ascender a la categoría de rey ¿eh?....-Bromeó Paola.
Oh, me vais a sacar los colores.-Se ruborizó Harry.

Estuvimos un rato tumbados los cuatro en la cama, haciendo payasadas, riendo, gastando bromas... Nos lo estábamos pasando en grande, pero Paola se levantó.

Voy a cambiarme de ropa ¿vale?-Dijo
¿Para qué?- Preguntó Harry.
Antes... dijiste... Perdón, pensé que yo también estaba invitada a ''ese'' plan.-Dijo con un tono de tristeza en la voz.
Sí, sí, tú estás invitada.No veo por qué he de no invitarte. Me refiero a que esa ropa te queda muy bien. Y si n... pregúntale a tus amigas.- Dijo Harry amablemente.
Oh, muchas gracias. Puedo... ¿puedo abrazarte?- Preguntó Paola timidamente.
Está claro, a los amigos hay que demostrarles el cariño que se les tiene ¿no?.- Respondió él, y se fundieron en un abrazo.

A los pocos minutos estábamos en el coche de Harry. Nos llevaba hacia un luagar desconocido. Pasamos por muchas calles. Y pude notar cómo en más de una ocasión, numerosas chicas perseguían el coche en el que íbamos montadas.
Llegamos ante un edificio que parecían los estudios de grabación. Pero me extrañó no encontrar a fanáticas en la puerta.
Harry bajó del coche, y nosotras le seguimos. Sacó las llaves del edificio y abrió la puerta. Nosotras esperamos.

¿No vais a pasar?- Preguntó.
Si tu nos dejas... sí.- Respondí.

Entramos en el edificio. Era muy amplio, no muy colorido pero se notaba que en aquellas paredes había alegría. Atravesamos los largos pasillos. Me contuve, ya que me moría de ganas de cotillear cada rincón.
Llegamos a la puerta de una sala que tenía las persianas levemente echadas. Se notaba que dentro había gente.

¿Estos son vuestros estudios?- Dijo Paola.
Sí, hoy tenemos mucho trabajo, pero me apetecía pasar el día con algunas amigas.- Explicó él.- Y podéis sentiros orgullosas, ya que sois las primeras fans que entran aquí.- Dijo él en tono triunfador.

Harry abrió la puerta de aquella misteriosa sala, y avisó a las personas de dentro que no iba sólo, que les iba a presentar a unas amigas.
Taylo, Paola y yo estábamos muy nerviosas. Queríamos saber quién estaba allí, pero Harry había abierto la puerta muy poco. Lo suficiente para asomar su cabeza.
De pronto, escuché unos pasos, y creo que Taylor y Paola también los escucharon. Entonces, giré la cabeza. No podía creer lo que veía. Nosotras tres nos miramos ansiosas, no podíamos creer nada de lo que nos estaba ocurriendo. Aquellos pasos eran de alguien que estaba en el otro extremo del pasillo. Justo en aquel momento, suspiré y como alma que lleva el diablo corrí. No podía frenarme, a pesar de que mis piernas estaban temblando. A mi espalda quedaron Taylor y Paola, sonrientes, pero no asombradas, ya que me conocían demasiado, pero también estaba Harry, que se sorprendió. Noté cómo me estaban mirando. Pero no me importó. Yo seguí avanzando por aquel pasillo, pero tenía la sensación de que cuanto más corría, más lejos estaba de esa persona. Entonces, temí de nuevo, que todo fuera irreal, que todo fuera un sueño.
Mientras corría sentía una mezcla de libertad y angustia. Me sentía como en un campo de rosas, tenía miedo de sentir el dolor de las espinas, pero me gustaba su dulce aroma.


*CONTINUARÁ.... ¿QUIÉN ESTABA AL OTRO LADO DEL PASILLO?*

No hay comentarios:

Publicar un comentario