domingo, 30 de septiembre de 2012

CAPÍTULO 56: ''ERES MÁS DE LO QUE CREES''


Hola, aquí les dejo el capítulo 56. Está narrado por Paola. Espero que les guste, que dejen sus comentarios.
Muchas gracias por leer mi fic. Muchos besitos. :)



Le miré. Me miró. Sí, me quería tatuar eso porque en parte, era lo que me había llevado hasta allí.
Estaba segura, eso se me había venido a la cabeza así, de pronto, y no quería desechar tal pensamiento.

Estaba asustada. Sí, bastante. Pero miré su maravillosa sonrisa, sus brillantes ojos. Le miré, él me hacía sentir como en otro mundo, en otro planeta.

El tatuaje era en la parte interior de la muñeca,era pequeño,por tanto,no tardaría mucho en estar hecho. Así fue, fue poco tiempo. O quizás fuera mucho, pero se me hubiera pasado rápido, porque no había dejado de mirar ni un instante a
Louis,bueno, sí, cuando de vez en cuando cerraba los ojos para evitar las molestias.

Mi mano y la de Louis estaban enlazadas. Si por mí hubiera sido, me hubiera tatuado el cuerpo entero sólo para que nuestras manos estuvieran enlazadas todo el día.
Mi muñeca debía permanecer vendada un tiempo. Sí, ahora me dolía. Sinceramente, yo soy muy sensible al dolor, pero, aquello molestaba. Pero bueno, todo tiene consecuencias.

Salimos del edificio. Caminamos un poco. No sabía adónde íbamos. Pero me daba igual.Sólo saber que estaba con él, me hacía estar feliz.

Llegamos a la puerta de Starbucks. Nos detuvimos.

¿Te duele la mano?- Me preguntó cogiendo la mano que no tenía vendada.
Bueno... un poco, pero puedo soportarlo.-Le respondí.

Entramos. Seguíamos cogidos de la mano. Estaba feliz, pero me sentía incómoda. No quería llamar la atención de las demás personas. No debía olvidar que él era famoso.

Nos acercamos, pedimos cada uno lo que queríamos tomar. Cuando nos sirvieron lo que habíamos pedido, nos miramos de nuevo. Yo me notaba nerviosa, e incluso un poco insegura. Quería relajarme, pero se me hacía difícil. Le quería demasiado, y tenía miedo a decir algo inapropiado. Él significaba mucho, muchísimo para mí. Pero de nuevo, él me ayudó. Con su mejor sonrisa, colocó su brazo sobre mis hombros, besó mi mejilla y me abrazó.

No te preocupes.- Me dijo.
Gracias.-Le dije. Sí, él había notado que estaba nerviosa.

Salimos del local. Enfrente había un bonito lugar. Era todo en tonos verdes. Pero no dije nada, prefería que fuera él el que decidiera el lugar.

¿Te apetece dar un paseo?- Me preguntó.
Sí, mucho.-Le respondí.

Comenzamos a pasear. Al principio, yo seguía invadida por los nervios, pero con cada paso, me relajaba más, y más.


Durante el paseo, hablamos de muchas cosas. Él me contó cómo estaba viviendo toda aquella experiencia. La verdad, era muy distinto oirlo de su propia boca que leer cosas en Internet. Yo no podía dejar de sonreír.

Luego, fui yo la que le contó qué planes tenía, por qué había ido hasta allí... .

¿Y crees que estarás aquí todo lo que queda de verano?-Me preguntó.
A mí sí me gustaría. Además, como hemos encontrado un trabajo, podremos sobrevivir.- Le dije entre risas.
Me parece una buena idea.- Afirmó él.
También me gustaría terminar aquí mis estudios, peor eso ya es más complicado.-Le expliqué.
¿Por qué es más complicado?- Me preguntó.
Bueno, no se...-Le respondí dudosa.
Me has dicho que tus hermanos lo han hecho ¿cierto? ¿Tú por qué novas a poder?- Me dijo. Esas palabras me animaron mucho.
Es cierto, todo es posible. Gracias.-Le dije. Y sin decir una palabra más, le abracé.

Continuamos andando. El tiempo pasó rápido. Ya era la hora de comer. ¿En serio había pasado ya tanto tiempo? No me lo podía creer. En fin, estaba demostrado que su compañía me hacía trasladarme de planeta.

¿Dónde te apetece ir a comer? ¿A casa con los chicos o a algún restaurante?- Me preguntó.
A mí me da igual,donde tú prefieras está bien.- Le respondí. Era la verdad.

Decidimos ir a comer a un restaurante de comida rápida. Bueno, mas bien lo elegí yo.

Pero... ¿de verdad no te importa?-Le pregunté.
Por supuesto que no. A mí me encantan las hamburguesas.-Me respondió.

Y así entramos en el lugar. Nos sentamos en una mesa al final, pegados a una ventana. Charlamos durante unos minutos, pero... algo fallaba. Comenzamos a reír.

Jajajaj Nos hemos sentado sin haber pedido la comida.-Me dijo Louis sin parar de reír.
Es cierto, estamos en las nuebes.-Le dije.
Bueno... ¿pero con quién mejor que contigo en las nubes?-Me dijo. Sus palabras me hicieron morir de amor. No lo podía creer. ¿De verdad él había dicho eso? ¿A mí? Sonreí. Era la típica sonrisa ''tonta''.

Louis se levantó. Hice el intento.

No, quédate ahí, yo traigo tu comida. ¿Qué vas a querer?- Me dijo. Yo seguía muriendo de amor.
Bueno... sorpréndeme.-Le dije. En realidad, esa respuesta se la di porque no sabía que quería pedir.

Poco después, se acercó a la mesa. Traía la comida de los dos en una sola bandeja. Para mí, de beber había pedido una Coca-cola, al igual que para él; y de comer, ambos comeríamos hamburguesas sin pepinillos.

He elegido las dos hamburguesas sin pepinillos.- Me explicó.
Sí, mejor, no me gustan demasiado.-Le sonreí.

Nos comimos las hamburguesas, las patatas y nos bebimos los refrescos. No paramos de reír. Una joven se acercó a nosotros. Estaba muy decidida. Me pidió que le hiciera una foto con Louis. Se la hice. Pero para mi sorpresa, luego quiso una foto conmigo. ¿Yo? ¿Conmigo? Yo no era famosa.

Pero... yo no soy famosa.-Le dije. Miré a Louis.
No importa. Me has caído bien.-Me dijo.
Eso es fácil, ella es maravillosa.-Le dijo Louis. Me ruboricé.

Louis nos hizo la foto. Yo estaba perpleja. No lo podía creer.
Poco después, elegimos los postres. Yo elegí un helado de nata y caramelo, y Louis uno de nata y chocolate. Salimos.

El cielo estaba nublado. No importaba. Nada más allá de él y yo me importaba. Sólo quería decirle que le quería, pero no era capaz.
Nos dirigimos hacia el coche.

Me ha extrañado que esa chica se quisiera hacer una foto conmigo.-Le dije cuando ya estábamos dentro del coche.
¿Por qué?- Me preguntó.
Porque yo no soy famosa, no soy...-Iba a terminar la frase con un ''nadie'', pero él me interrumpió.
Eres más de lo que crees.-Me interrumpió.

No pude responder. No me salían las palabras. Casi sin darme cuenta, una lágrima brotó de mis ojos. No quería que salieran más lágrimas, pero no podía evitarlo. Aquello era demasiado bonito. Yo era demasiado feliz.
Louis apartó las lágrimas de mi rostro con sus manos. Luego, se acercó a mí y me abrazó. El abrazo fue precioso. Al separarnos, sin poderlo evitar, y extrañada de mí misma, le besé. No podía creer que yo hubiera hecho eso.

Me aparté. Giré la cabeza. Sí, las lágrimas volvieron a mí, pero esta vez, eran lágrimas con una mezcla de felicidad y culpabilidad. ¿Por qué había hecho eso?

Hice el intento de abrir la puerta. Me iba a bajar del coche. Pero... en ese momento, Louis cerró las puertas. En ese momento, maldige las tecnologías.
Me hizo volverme.

No llores. Ha sido un beso muy bonito.-Me dijo.
Pero quizás no debería haberlo hecho.-Le dije, con la voz entrecortada.
¿Por qué?-Me preguntó.
Porque no se si tú quieres, si te molesta... Porque yo no soy nadie. Sólo una fan.- Le expliqué.
No digas que no eres nadie. Y no eres sólo una fan. Eres la chica que está ahora mismo aquí, conmigo, y a la que no me importaría besar de nuevo.-Me explicó.
¿En serio?-Le pregunté secándome las lágrimas.
Si quieres te lo demuestro.-Me dijo. Pero no me dio tiempo a responder. Se acercó a mí. Cada vez estábamos más cerca. Nuestros labios estaban a escasos milímetros. Se unieron. Él quiso que se unieran. Fue el beso más bonito que nadie jamás me había dado. Estuvimos besándonos un rato. Las manos de Louis estaban sobre mi cintura, las mías estaban alrededor de su cuello. Cerré los ojos. Quería perderme en aquel hermoso beso. No lo podía creer, pero sí lo podía disfrutar.





*CONTINUARÁ...... BONITA HISTORIA ¿ALGUIEN ESPECIAL?*


No hay comentarios:

Publicar un comentario