domingo, 30 de septiembre de 2012

CAPÍTULO 53: ''YO TAMBIÉN PUEDO TENER IDEAS LOCAS''


Hola, ¿qué les está pareciendo la historia? Espero que les esté gustando. Aquí les dejo el capítulo 53. Está narrado por TAYLOR. Comenten, voten, valoren.....



Mi alarma sonó. Abrí los ojos. Demasiada luz entraba por la ventana. Seguía nerviosa. Miré la cama de Paola, estaba vacía.
Bajé a la cocina, allí estaba Paola.

Buenas días.- La saludé.
Hola.- Me saludó.
¿Se sabe algo de Darcy?- Le pregunté con voz de dormida.
Sí, que no ha dormido en casa.- Me respondió.
Bueno, yo eso ya lo sabía. Anoche hablé con los chicos y me dijeron que no dormiría en casa.-Le expliqué mientras me preparaba una taza de café con leche.
¿Hablaste con los chicos? ¿A qué hora?- Me preguntó.
Serían las dos o las tres de la mañana, no estoy segura.- Le respondí dudosa.
¿Y por qué? ¿Ha pasado algo?- Continuó con las preguntas.
Bueno... leí cosas en twitter que no me gustaron y por las cosas que puse, ellos se preocuparon y me preguntaron que qué pasaba, entonces, estuvieron un rato diciéndome que no me preocupara, y luego me dijeron que Darcy no dormiría con nosotras.-Le resumí un poco la conversación de esa noche.

Salí de la cocina. Miré el reloj. Aún era temprano. Me acerqué a la ventana. Hacía un poco de frío, pero había sol. Comencé a pensar en muchas cosas, pero a la vez en nada. Estaba confundida y feliz.

Me di una ducha. Me acerqué al armario. La tarde anterior había decidido ponerme unos pitillos de un color llamativo y una camiseta de rayas. También me pondría unas sandalias de tacón y un bolso marrón. Me parecía un look apropiado para cualquier cosa que surgiera.
Me maquillé un poco. Resalté mis ojos con el lápiz negro. Me gustaba cómo se veían mis ojos de brillantes, era efecto de la felicidad.
Cuando estuve lista eran las once menos cuarto de la mañana. Le hice PING  a Harry.

En pocos minutos llegaría.

No me equivoqué, en menos de cinco minutos ya estaba en la puerta.
Me despedí de Paola. Nos deseamos suerte mutuamente y salí.

Hola- Saludé a Harry.
¿Estás mejor?- Me preguntó.
Sí, estoy mejor. Muchas gracias.- Le respondí.

Subí al coche. Estaba segura de que fuera lo que fuera, la sorpresa me gustaría. No podía salir mal si estaba planeado por Harry.

¿Adónde vamos?- Pregunté.
Si te lo digo, no será una sorpresa.- Me respondió con una misteriosa sonrisa.
Está bien.- Asentí.- ¿Llegó Darcy a vuestra casa anoche?
Bueno, más que llegar ella.... la llevó Zayn.Creo que se pasó con el vodka.- Explicó sin parar de reír.
Uf... Darcy más contenta de lo normal, suele ser muy divertido ver las cosas que hace.-Expliqué comenzando a reír. Recordé todas las noches que ambas habíamos coido ese puntillo de felicidad y risa tonta.
Quizás. Yo no la vi, pero si la oí reirse mucho. Luego, se quedó dormida, tuvo que ser Zayn el que la acostara, ella era incapaz.- Explicó Harry.
¿Y esta mañana?- Pregunté.
Esta mañana ya era ella. Ha sacado su lado más vacilón y divertido.- Comenzó a decirme Harry.- Sí, esta mañana se comportaba conmigo exactamente igual que en la  heladería.
Sí, eso es muy normal en ella. Pero aunque es muy vacilona, tiene un corazón de oro, de verdad.- Le dije. No quería que pensaran mal de ella.
Ya, ya.... Yo no digo lo contrario. Me encanta ver el lado divertido de la gente.- Me dijo.


Luego, me contó la ''peleilla'' de Zayn  y él. Yo me estaba imaginando la escena. Me resultaba divertido imaginarme a Harry haciéndole cosquillas a Darcy, y luego, que Zayn llegara, como un Super-héroe a salvar a su chica.

Pocos minutos después, Harry detuvo su coche. Estábamos en una calle que yo no conocía. En verdad, no conocía ninguna calle de Londres, pero.... .
Harry llamó al timbre. Bajó un hombre alto, con una camiseta negra. Saludó a Harry muy amigablemente. Yo le dije un leve ''hola'' . No quería llamar demasiado la atención, no quería que se formaran más líos.
Subimos. Al entrar, supuse de qué iba la sorpresa. Pero... ¿era lo que yo creía? Mejor esperar a descubrirlo.
Harry se acercó a mí.

Bueno, ¿sabes para qué te he traído?-Me preguntó.
Bueno, todos estos materiales me hacen pensar algo.-Le respondí.
Sí, te he traído para hacerte uno de los tatuajes que querías.-Me dijo.
¿Hoy? ¿Ya?- Le pregunté. Ahora mis nervios habían vuelto a florecer.
Sí, ¿no quieres?- Me preguntó.
Sí, sí quiero, pero... ¿duele mucho?- Le pregunté aún más nerviosa.
Depende.- Me respondió.
¿De qué?- Continué con las preguntas.
Depende de lo grande que sea el dibujo, del sitio donde te quieras tatuar, de la compañía que tengas... Y yo estoy aquí ¿hay mejor compañía?- Me dijo.
Siempre, siempre, siempre has conseguido que sonría, hoy de nuevo. Gracias.- Le dije.

Me senté donde Harry me dijo.

¿Qué dibujo vas a querer?- Me preguntó.
Quiero una pequeña estrella en la muñeca, en la parte interior. En la mano derecha.- Le dije, sin apartar mi mirada de sus hermosos ojos.
Tranquila, guapa.- Me dijo Harry. ¿Había oído bien? ¿Me había dicho guapa en Español? Sí, ese era mi íd... No,ahora era más que mi ídolo, ahora era mi amigo.

Poco después, todo estaba listo. Mi mano estaría tatuada en pocos minutos, o en muchos. No se, era la primera vez que me ahcía algo así. Tenía ganas, pero también miedo.

Harry cogió mi mano izquierda, besó mi mejilla y me dijo que no tuviera miedo. Ahora mis miedos desaparecieron. No podría explicar con palabras lo que sentía.
Poco después, tenía la muñeca vendada. Harry se despidió de todos los que estaba allí. Yo sólo dije ''adiós''. Para ser sincera conmigo misma, la mano me dolía bastante, mucho. Pero no dije nada. Yo, y mi orgullo.

Salimos del edificio. Hacía bastante Sol. Llegamos hasta donde Harry había aparcado su coche. Subimos.

Muchas gracias de verdad.- Le dije.
De nada.¿Te duele?- Me preguntó.
Bueno...  un poco...- Le reconocí.
Vamos a endulzar este momento.- Me dijo sonriente.

Me quedé un poco confusa. No sabía a qué se refería. Poco después, Harry detuvo el coche. Aparcó en un lateral. Un grupo de chicas se nos quedó mirando. Harry, al bajar del coche, hizo su característico movimiento de rizos. Creo que me quedé tan embobada como aquel grupo de chicas.

Era un grupo de unas siete chicas. Debían ser amigas. Se miraron entre ellas. Rondarían los quince años. Yo hubiera hecho lo mismo. En ese momento, yo estaba justo al lado de Harry. Me aparté un poco. Él me miró extrañado.

¿Qué haces? ¿Por qué te vas?- Me preguntó.
Hay demasiadas chicas mirando.-Le dije.
No pasa nada, no te van a comer.- Me dijo.
Sí, pero su ídolo eres tú.- Le expliqué.
Ya, por eso mismo, aunque sea su ídolo, soy un chico normal, tengo amigas. Anda, acércate.- Me dijo al tiempo que me tendía su mano. Le di la mano. Era una sensación maravillosa.

Me acerqué. Aquellas chicas le pidieron autógrafos, fotos... En esa ocasión, todas fueron muy respetuosas.
Cuando nos alejamos, yo seguía sin saber adónde íbamos. Pero bueno, iba con él, era lo que me importaba.

¿Por qué dijiste antes lo de endulzar el momento?- Le pregunté.
Ahh...- Me respondió en un tono misterioso.
Me volví. Le di la espalda. Me hice la enfadada.
¿Se ha enfadado la niña?- Preguntó siguiéndome el rollo.
Puede...- Le respondí. Aún seguía de espaldas a él. Estaba intentando contener la risa.

Casi sin darme cuenta, y como si de un ataque repentino de locura, Harry se acercó a mí, me cogió en brazos y me cargó sobre su hombro derecho. Parecía no notar mi peso. En ese momento yo me sentía como un ''peso-pluma''.
Comenzó a correr. Comencé a reír.

¡¿Qué haces?!- Le grité entre risas.
Correr, ¿no me ves?- Me respondió.
Sí, te veo....pero ¿por qué me has cogido?- Le pregunté.
No se, te he visto ahí tan.. tan.. me han dado ganas de cogerte.- Me respondió sin parar de correr.
¿Esta es tu idea de ''endulzar''?- Le pregunté riendo cada vez más fuerte.
No, aún no hemos llegado.- Me respondió.

Había gente que nos miraba raro, otros se reían, y para mi sorpresa, alguna pareja que otra, nos imitó. A cada paso, mi risa se acentuaba.
Si en algún momento a mi me dan ganas de hacer una ''locura'' no te asustes ¿vale?- Le advertí.
Tranquila... creo que no puedes conmigo.- Rió.
Quizás... pero puedo hacer cosas peores.- Le reté. Aún seguía sobre su hombro. Aún no había dejado de reír. Él aún seguía corriendo.

De pronto, se detuvo. Me bajó.

Hemos llegado.- Me dijo haciéndome girar sobre mí misma y colocándome en dirección al lugar elegido para ''endulzar'' el momento.
Oh... ¡que chuli!.- Grité. En ese momento, justo después de decir aquellas palabras, me di cuenta de que había parecido una niña chica. Me dio igual.
Entra, venga.- Me dijo.
¿Tú no entras?- Le pregunté.
Claro... yo no me perdería verte ahí como loca entre tanta dulzura.- Comenzó a reír en cuanto pronunció aquellas palabras.

Entre risas, entramos en aquel lugar. Estaba realmente chulo. Me gustaba. Era como volver al pasado. Era realmente dulce, nunca mejor dicho.



*CONTINUARÁ.... ¿DÓNDE ESTARÍAN? ¿LOCURAS DE TAYLOR? HABRÁ QUE VERLOS...*

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