domingo, 30 de septiembre de 2012

CAPÍTULO 46: ''SIMPLE PERO EFECTIVO''


Hola, aquí les dejo el capítulo 46 ¿qué les está pareciendo el avance de la novela? Espero que les esté gustando. Bueno, continúa narrando Darcy. Parecen muy ilusionadas. Los chicos habían sonreído en alguna ocasión gracias a ellas, pero no lo sabían. Besitos y muchas gracias por leerme!!


A la mañana siguiente, cuando amaneció, la primera en despertarse Paola, luego, yo abrí los ojos y vi que ella ya estaba despierta. La saludé con un susurro. La escena era divertida. Estábamos todos allí, mezclados entre cojines y sábanas.
Poco a poco, los demás se fueron despertando, aunque Louis, Niall y Zayn estaban sumergidos en un profundo sueño. Era muy tierno verlos dormir allí tumbaditos,
tapados... Era increíble, fascinante, mágico y maravilloso.
Yo lo sabía. Sabía que de nuevo, Harry y Liam estaban planeando algo. Lo notaba en sus pícaras sonrisas.

Venga....¿qué planeais?- Pregunté.
Creo que sería una buena idea...- Comenzó Harry.

Cuando entre los dos terminaron de contar lo que habían planeado,no pudimos evitar reír. Era divertido. Me gustaba la idea. Taylor y Paola también estaban contentas, es decir, querían hacer ya lo que Harry y Liam habían planeado.
Era algo simple...pero efectivo.

Ellos dos cogieron el móvil. Activaron la cámara. En ese momento pensé que todas las veces que había leído cosas parecidas a que ellos tenían fotos y vídeos en sus móviles que querían que nadie viera.... era verdad. Sí. Sonreí. Lo que estaba pensando me parecía gracioso.
Liam y Harry contaron tres en silencio, nos hicieron una señal. Nosotras estábamos en la otra punta de la estancia. Entonces, cogimos carrerilla, nos paramos un segundo, cogimos impulso y saltamos en la cama, dejándonos caer sobre Zayn,

Niall y Louis. Ellos se despertaron. Rieron. Se giraron. Se miraron. Y comenzaron a
hacernos cosquillas. Jaajajajajaj no podíamos parar de reír.
Me sentía feliz. Pero de nuevo luchaba conmigo misma. Le quería besar. Pero... sabía que debía controlarme. A causa de las cosquillas, las tres estábamos demasiado cerca de ellos. Y digo demasiado porque nuestros rostros casi podían rozar los suyos. Yo había soñado tantas veces con ese momento....

Nosotras seguíamos en la cama, con ellos, entre bromas y risas. Liam seguía haciendo fotos. Harry cogió una guitarra y comenzó a tocar. Ahora más que nunca estaba viviendo mi propia película. Esa que siempre había soñado. Sí, todas esas noches que ellos sin saberlo habían cantado para mí, esas noches que mi corazón se rompía en mil pedazos entre notas musicales. Esas noches que mi razón perdía la esperanza, que mis ojos se llenaba de lágrimas. Ahora todos mis sueños se habían hecho realidad.


Cuando pasó un rato, nos levantamos de la cama. Zayn, Louis y Niall salieron de debajo de las sábanas. Uf... eran perfectos incluso recién levantados.
Fuimos a la cocina. Preparamos el desayuno. El olor que llenaba la cocina era delicioso, aunque podría pasar una eternidad alimentándome sólo de sus sonrisas, de sus miradas. Todo era maravilloso.
Al acabar de desayunar, subimos, nos vestimos. Ellos hicieron lo mismo.

Muchas gracias. Ha sido una noche fantástica.- Dijo Paola.
Lo mismo digo.- Respondió Louis.- Y el despertar ha sido muy divertido.
Taylor y yo sonreímos.

Salimos, nos dividimos. Taylor, Niall, Poala y Louis se montaron el el coche de Louis, y Zayn, Liam, Harry y yo en el coche de Harry.
En pocos minutos llegamos a nuestra casa. Ellos se bajaron. Nos dieron dos besos. Nos sonrieron. Volvieron a los coches.

Muchas gracias.- Gritó Liam.
Muchas gracias a ustedes.- Respondimos nosotras.

Entramos en la casa. Ahora sí que no podíamos creer nada de lo que estaba sucediendo. No estábamos locas. No habíamos perdido todas aquellas horas sentadas delante del ordenador. Ellos se habían fijado en nosotras, nosotras sin saberlo le habíamos hecho sonreír. Ellos creían en el destino. Sí, y el destino nos había unido. Todo parecía irreal. Pero lo que nosotras no sabíamos es que aún no habían terminado las sorpresas.

¿Qué hacemos?- Preguntó Paola.
Bueno.... después de intentar bajar a la Tierra.... necesito comprar ropa, zapatos. Necesito derrochar dinero.- Dije yo.
¿Por qué?- Preguntó Paola asombrada.
Porque así sentiré que irradio felicidad a la vez que gasto dinero.- Expliqué. No sabía por qué, pero me apetecía gastar mucho.
Sí, es cierto, yo también necesito comprar.- Dijo Taylor.

Nos dimos una ducha. Nos cambiamos de ropa. Nos arreglamos, nos pintamos un poco.... ya estábamos listas.

Al llegar al centro, nos recorrimos muchas tiendas. Esta vez, lo que más compramos fueron zapatos de tacón, Converse, y cosméticos.

A la hora de comer regresamos a casa. Mientras comíamos  nos pusimos a hablar sobre un tema que nos rondaban en la cabeza a las tres, pero que con tanto alboroto y felicidad, no nos habíamos parado a analizar.

Bueno, creo que debemos pensar que vamos a hacer los próximos días.- Dijo Taylor.
Sí, yo también quería hablar de eso.- Continué.
Con tanta felicidad, risas.... No hemos tenido tiempo de hablar entre nosotras.- Dijo Paola.
Llevamos aquí pocos días, pero creo que debemos pensar en cuándo volveremos, o en cómo nos mantendremos aquí. El dinero se acaba. - Dije.
Sí, es cierto. Quizás podamos buscar algún trabajo.-Propuso Taylor.
Sí, creo que sería lo mejor. Así podríamos disponer de más dinero.- Afirmó Poala.

Cuando teníamos ya algo más o menos planeado, cogimos el portátil. Nos metimos en Internet y comenzamos a buscar trabajo.


Encontramos varias ofertas. Vimos dónde era exactamente y nos dirigimos hacia allí.

Había una tienda de ropa que necesitaba personal, acababa de ser abierta, y era muy grande. Necesitarían al menos a cuatro personas. Nosotras éramos tres, así que, podríamos trabajar juntas. Llevábamos nuestros currículums en la mano.
En la tienda había una mujer de unos cuarenta años. Creímos que era la dueña. Nos hizo pasar a su despacho. Después de media hora hablando, nos dijo que el puesto era nuestro, nos explicó los horarios y el salario. Trabajaríamos de nueve de día mañana a dos y media de la tarde, y cobraríamos 800 euros al mes. Estaba realmente bien.

Comenzaríamos a trabajar a la semana siguiente, cuando todos los papeles y documentación estuvieran arreglados.

Salimos de la tienda. Dimos una vuelta. Estábamos cansadas, así que decidimos regresar a casa. No tardamos mucho en llegar. Cuando entramos, me tumbé en la cama. Taylor y Poala hicieron lo mismo e sus respectivas camas.

El reloj marcaba las seis y media de la tarde. Nuestros móviles sonaron. Eran los sonidos típicos de un mensaje de chat. Pero, no era el chat de grupo. Las tres cogimos nuestras BlackBerrys.

Nos miramos. Sonreímos. Miramos las pantallas. Abrimos el mensaje. Di un grito de alegría. Ellas también suspiraron.
Yo ni siquiera sabía qué ponía en mi mensaje. Tampoco sabía qué ponía en sus mensajes. ¿Quiénes serian? Quería abrirlo. Quizás no fueran ninguno de ellos, pero... bueno, siempre había algo de esperanzas ¿no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario