Aquí les dejo el capítulo 18. ¿Los demás os han gustado? Espero que sí. A los que esteis leyendo esto he de daros la gracias. De momento, espero que disfruten de este capítulo. Dejad vuestros comentarios.
Estaba nerviosa. Quería saber qué necesitaban decirme los chicos. Yo estaba muy ilusionada con la preparación del cumpleaños de Paola, y no me hubiera gustado
escuchar que no podrian hacerlo.
No te preocupes, es sólo que se nos ha ocurrido una cosa.- Explicó Liam.
Pero tranquila, que no vamos a dejar a tu amiga sin sorpresa.- Continuó Niall.
¿De verdad? Se me había puesto el corazón a mil.- Les respodí. Y vi cómo sonrieron los cinco al ver el paso de mi cara de preocupación a relajación.
Empezaron a explicarme todo lo que pretendían hacer. Pero también me adviertieron de que no debería llegar a oídos de Taylor.
¿Te parece buena idea?- Preguntó Louis.
No les respondí. La verdad, me había hecho tanto ilusión que directamente me lancé a los brazos del que estaba más cerca de mí, para darles las gracias. Le di un abrazo inmenso. Realmente me había parecido una idea genial. Muy linda. Cuando me separé de Liam, abracé a los demás y no dejaba de decirles ''gracias, gracias.....''
Ellos sonrieron, creo que no sabían por qué me hacía tanta ilusión, o bueno, sí. Ni siquiera yo sabía por qué me hacía tanta ilusión.
Me ayudaron a decorar todo el exterior de la casa, con globos, serpentinas..... Estaba quedando todo genial.
¿Sabes lo que falta?- Preguntó Liam.
¿El qué?- Pregunté.
Carteles de felicitación.- Me respondió.
Es cierto... pero... ahora ya no me va a dar tiempo de coger de nuevo el metro, llegar hasta el centro, volver.... He quedado con Taylor y Paola más o menos a las dos de la tarde.- Les expliqué.
Yo puedo llevarte.-Dijo Harry
¿En serio?- Pregunté. No quería ponerles en un compromiso.
Sí, a él no le importa, pero.... ¿no crees que a Paola le gustaría tener recuerdos del día de su cumpleaños?- Preguntó Zayn mostrando su maravillosa sonrisa, al tiempo que sacaba la cámara de fotos.
Sí, lo más seguro es que sí.- Le respondí.
¿Y por qué no hablas?- Preguntó de nuevo.
No quiero que penséis que estoy aquí, con vosotros sólo para hacerme fotos, y presumir cuando regrese a España.- Les expliqué.
No pensaría eso de vosotras nunca.- Me dijo Zayn. En ese momento, el corazón me dio un vuelco. Me sentía feliz, mi boca no podía ocultar una sonrisa.
Cómo todos queríamos salir en las fotos, pusimos el temporizador, y nos colocamos en la valla, en 10 segundos, sonó el ''click'' que indicaba que se había hecho la foto. El resto del tiempo, hacía las fotos el primero que cogía la cámara, pero nadie posaba, simplemente, fotografiaba cómo trabajábamos. De manera que quedaron fotos muy divertidas.
Poco después me subí en el coche de Harry, y él condujo hasta el centro de Londres. Me llevó a una tienda en la que había todo tipo de postales, carteles.... Era realmente una tienda preciosa. Pero Harry no me dejó pagar, en el fondo em sentía mal, porque no quería que pensara que me interesaba su amistad sólo por el dinero o la posible fama.
Al final, entre los dos decidimos comprar un cartel en el que ponía: ''HAPPY BIRTHDAY PRINCESS'' ;otro en el que ponía: ''ARE YOU GOOD?'' y por último en el que ponía: ''YOUR SMILE IS SO NICE''. Los tres carteles eran muy coloridos, y yo los veía realmente preciosos.
Cuando salimos de aquella tienda, me dirigí al coche, pero Harry me dijo que no subiera.
¿Por qué?- Pregunté- ¿Me vas a abandonar en medio de la ciudad? ¿Sola?- Fingí que me partía el corazón, cuando en realidad, me estaba haciendo la persona más feliz del mundo.
No, es sólo que aún no hemos acabado las compras.- Me respondió.
¿Adónde quieres ir? ¿Quieres comprar más carteles?- Le pregunté.
No, más carteles no. Pero me parece feo que vayamos a una fiesta de cumpleaños sin regalo ¿no?.- Me dijo.
Oh, no, está claro que el mejor regalo que puede tener Paola es vuestra presencia, además, así, también disfruto yo de su regalo.- Dije yo un poco descaradamente.
Eso te ha quedado muy bonito, pero.... ¿Recuerdas que tenéis que regresar a España? ¿No crees que le gustará tener algo que pueda decir: ''esto fue lo primero que me regalaron Harry, Liam, Niall,Louis y Zayn?- Me dijo sonriendo. Al escuchar eso, casi se me saltan las lágrimas. eso quería decir que nuestra amistad perduraría, sin importar la distancia o la diferencia de fama.
Vale, no te lo voy a negar, eso que has dicho me ha producido un vuelco en el corazón.- No pude contener mis emociones, y derramé una lágrima por cada ojo, ambas dejaron un rastro en mis mejillas. Harry me miró sonriente pero con ternura.
¿Te vas a poner triste?- Me preguntó, al tiempo que secaba mis lágrimas de mis mejillas.
No, no, sólo me he emocionado.- Comencé a decir. Hice una pausa y cogí aire.- Me ha emocionado lo que has dicho, porque me ha hecho pensar que estáis dispuestos a que esta amistad perdure.
Está claro, ¿lo dudabas?- Me dijo sin dejar de sonreirme.
Estuvimos hablando unos pocos segundos más, y entonces, nos dirigimos a una tienda que estaba en esa misma calle pero un poco más abajo. Él era el que me guiaba, porque yo estaba un poco perdida.
Fue extraño,pero me puse nerviosa al ver las personas que venían de frente.
¿Qué hago?- Le pregunté.
No pasa nada.- Me dijo al tiempo que me empujaba suavemente para que me metiera en un callejón que había a nuestra izquierda.
De frente venían Taylor y Paola, y estaba claro que no me podía ver con Harry, ya que Paola sospecharía.
Harry se hizo el sorprendido, abrió lso brazos y le dijo: ''happy brithday''. Paola sonrió, y creo que Taylor sospechaba que yo andaba cerca.
Yo, desde el callejón estaba viendo toda la escena, y no podía dejar de sonreír. Era realmente gracioso, verles interactuar allí, ante la mirada de los demás ciudadanos, que al parecer, estaban acostumbrados a ver al mismísmo Harry pasear así, sin más por las calles londinenses.
A los pocos minutos, se despidieron, pero Harry tuvo que poner de excusa que iba de camino a los estudios. Entonces, salí del callejón, y continuamos andando hacia las tiendas.
¿Qué quiere Paola?- Preguntó Harry.
Te he dicho que vuestra compañía es su mejor regalo.- Le dije sonriente.
Ya, pero me refiero a algo material, eres su amiga, algo que le guste y no tenga sabrás que es ¿no?- Dijo Harry.
Sí, pero si te lo digo, puedo parecer una descarada, o en el peor de los casos.... una interesada.- Le expliqué.
Bueno, pues nada, ya eligiré algo.- Dijo Harry.- Y si lo tiene, pues ya lo descambiará.
Aunque le regales una cosa que tenga 20 veces, la tuya siempre le parecerá especial.- Le expliqué.
Eso te ha quedado muy bonito. Pero yo le compraré algo, lo primero que vea y sepa que van con su estilo.- Continuó, no parecía querer cambiar de opinión.
Está bien. Bueno, así aprovecho, y le compro algo.- Dije yo.
Entramos en una colorida tienda, era muy amplia, y había todo tipo de prendas, zapatos, bolsos...... Aquello era el paraíso de la moda. Me acerqué a distintas cosas, pero los precios eran demasiado altos. Creo que Harry lo notó en mi cara.
¿Qué le gustará más a Paola?- Me preguntó cn un pantalón pitillo gris en su mano derecha, y un vestido en tonos verde en su mano izquierda.
Creo que.... Depende, ella usa vestido por la noche, pero pitillos durante el día, así que elige lo que más te guste a ti.- Le respondí.
Estuvimos un rato más en aquella tienda. Yo, al final me decidí. Cogí un bolso precioso, tenía la bandera de londres, era realmente bonito, y el precio de hacía justicia.
Cuando nos dirigimos a la caja, Harry tenía unos pitillos, una blusa, un vestido, y un bolso, en sus manos. Lo colocó todo en el mostrador y pagó. Mis ojos se abrieron como platos al ver todo lo que se gastaría.
Ahora me tocaba pagar a mí, pero él me lo impidió.
Sí no me dejas pagar, no le regalaré nada a Paola, además, no estoy aquí para que ...- Comencé a decir.
Sí, ya, que se no me quieres sólo por el dinero. Pero.... auqneu lo pague yo, este regalo será tuyo.-Me interrumpió. No pude evitar sonreír.- ¿Ves? Estás más guapa cuando sonries.
Al salir de la tienda,íbamos a dirigirnos tranquilamente hacia el coche, pero.... ¿De verdad? En un principio me asusté. Sentí muchas ganas de llorar, y esta vez no estaba segura de que fuera de felicidad. Estaba pasando una mañana perfecta, pero en ese momento me sentí culpable. No podía creer lo que estaba viendo.
Creo que se me notó en la cara. Bajé la cabeza, no quería que nadie viera cómo se me empañaban los ojos de lágrimas. En ese momento, sentí algo sobre mis hombros. Era un cálido abrazo de Harry.
¿Qué haces?- Le susurré preocupada.
Abrazarte, no me gusta que las personas de mi alrededor lo pasen mal.- Me explicó.
Lo siento, todo esto ha sido por mi culpa.- Continué susurrándole.
No hace falta que hables tan bajo, además, nada de esto es por tu culpa.- Comenzó a decir.- No ha pasado ada malo.
¿En serio? ¿No crees que esto... - dije señalando con la cabeza a todo lo que había allí- ..... sea por mi culpa?.-
Me sentía realmente mal. En ese moemnto sólo quería correr, y desde la lejanía gritarle: ''gracias, lo siento mucho''. Me sorprendía que a él no le preocupara, aunque sentía que estaba fingigendo, para que yo no me sintiera peor. Había pasado de ser la persona más feliz del mundo a sentirme la persona más pequeña y mala del mundo. Sentía unapresión en el pecho que no me dejaba respirar. Temía desmayarme de un momento a otro.
¿Te encuentras bien?- Me dijo acercándose a mí, al mismo tiempo que me agarraba de los hombros y entrábamos de nuevo a la tienda. Me sentó en uno de los grandes sillones que había allí dentro.
Sinceramente, no me siento bien. Así que, gracias por haberme sentado aquí.- Le respondí.
No te sientas mal, me haces pensar que te he hecho daño.- Dijo haciendo desaparecer su sonrisa.
No, por favor, no dejes de sonreír. Soy yo la que ha provocado esto ¿verdad?- Continué nerviosa. Él se acercó a mí, se sentó a mi lado, me abrazó e intentó consolarme.- No me gusta llorar en público pero esta vez.... todo es distinto, lo siento.- No podía dejar de repetir ''lo siento''.
Nos quedamos allí sentados un rato, pero yo seguía sintiéndome mal, aunque.... sus palabras, sus sonrisas, y sus abrazos me habían hecho sentir un poco mejor. Realmente era una persona maravillosa. En un primer momento, al ver lo que tenía ante nosotros, temí que me dejara allí, que me olvidara o peor aún, que me odiara. Pero no, al contrario, se comportó como lo que era, una persona maravillosa, con un corazón y unos sentimientos de oro.
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