Cuando amaneció, demasiada luz entró a través de la ventana, lo que hizo que nos despertáramos todas.
Bajamos a la cocina a desayunar.
-Buenos días.-Dije.
-Hola.-Dijeron Paola y Taylor.
Cuando terminamos de desayunar subimos a las habitaciones. Hicimos las camas y recogimos todo lo que teníamos por allí encima. Sinceramente. teníamos la habitación bastante desordenada.
Cogí mi móvil. Tenía un mensaje. Era de mi hermana.
Mi hermana se llamaba Lucía, pero desde pequeña le habían llamado Lucy. Ahora había crecido, pero la seguían llamando así.
Leí el mensaje y no pude evitar sonreír. Unos segundos después ya le había respondido.
Lucy:''Oh, muchas gracias... ¿Qué tal te va todo por Londres?''
Yo:''Muy bien. Estoy muy contenta. Tengo muchas cosas que contarte.''
Eran las once de la mañana. Pusimos la música a todo volumen y limpiamos un poco la casa.
-¿No os parece que todo esto sea irreal?-Preguntó Paola,
-Sí, a veces tengo la sensación de que en unos momentos nos dirán:''mirad a la cámara, esto es una broma''.-Le respondí.
-A mí me pasa igual, pero también pienso que es un sueño, y que dentro de un rato me despertaré y volveré a estar en España, con mi familia y esperando a poder ir a un concierto de los chicos.-Explicó Taylor.
Mi móvil sonó. Solté lo que tenía en las manos. Miré a mi alrededor. ¿Dónde había dejado mi móvil? Allí.... estaba detrás de mi cámara de fotos.
-------CONVERSACIÓN TELEFÓNICA----------
-¿Sí?-Pregunté.
-¡Hola!- Escuché la preciosa voz de mi hermana al otro lado de la línea telefónica.
-¿Qué tal? Tenía muchas ganas de hablar contigo.-Le dije.
-Muy bien. Pero creo que tú eres la que tiene más cosas que contar ¿no?
-Sí, creo que sí.
-Creo que esto nos llevará mucho tiempo. Me han pasado cosas increíbles. Cosa por las que morirás de envidia. Pero te lo digo desde el cariño.- Quería contarle todo lo ocurrido, pero sabía que a ella le daría mucha rabia no poder estar viviendo algo parecido a lo mío.
-Venga, cuenta, me estoy muriendo de intriga.-Hizo una pausa.-¿Has visto la casa en la que viven los chicos?- Mi hermana era directioner. En ese momento no sabía si alegrarme o no de que no tuviera twitter. Si lo tuviera hubiera visto todo lo ocurrido, las veces que ellos nos mencionaron... pero como no lo tenía...
-Se puede decir que sí, que la he visto, pero además...-Quería gritarlo, pero no quería hacerla sentir mal.- He entrado.
-¿Te has colado? ¿Nadie te vio? Si mamá se entera te vas a meter en un lío.- Me dijo.
-No, no, tranquila, no me he colado. Mamá ya sabe que estuve en su casa, pero le pedí que no le dijera nada a nadie.
-¿Cómo? ¿Ellos te han invitado?- No podía dejar de hacerme preguntas. Era normal, yo también me las hubiera hecho.
-Sí, han pasado una serie de cosas, y bueno, se puede decir que somos buenos amigos.
-¿Ya? ¿Tan rápido? Que suerte tienes.- Estaba ilusionada.- ¿Puedo hablar con ellos? Sabes que me haría mucha ilusión.
-Yo ahora mismo no estoy con ellos.
-Jo.... yo quiero decirles algo, o que ellos me digan algo. ¿Cómo son? ¿Qué te han dicho?- Podía notar que el nerviosismo de mi hermana aumentaba por segundos.
-Lucy, tranquila. Relájate. Son chicos normales, tal y como los vemos desde el ordenador. Son muy divertidos, encantadores, román...-Ups, creo que eso no debería haberlo dicho. Quizás no se hubiera dado cuenta.
-¿Has dicho románticos?-Me preguntó. Mi hermana y yo nos llevábamos tan sólo un año de diferencia de edad. Nos llevábamos muy bien, aunque a veces teníamos nuestras peleillas, la mayoría de las veces eran por la ropa.
-No, yo no he dicho eso.-Se me daba muy mal mentir.
-Da igual, ya me lo contarás. Pero ahora dime que hiciste para conocerles.
-Sinceramente, no hice nada. Mis amigas y yo estábamos en una heladería. Y al entrar, estaba allí Harry. Yo, siendo tan torpe como siempre, al verle me choqué contra un camarero, y bueno, luego él se acercó a nosotras.-Le hice un pequeño resumen de lo que ocurrió aquella noche.
-¡¿En serio?!-Me gritó. Me imaginé su cara de: ''me va a dar un infarto''.
-Sí, no te estoy mintiendo. Mis amigas y yo casi no podemos creerlo.
-¿Y no puedes hacer nada para que me digan al menos un simple ''hi''?- Me preguntó casi llorando.
-Puedo intentarlo. Pero ¿sabes? ¿Por qué no te haces twitter? Quizás les pueda decir que te digan algo.
-¿De verdad? ¿Harías eso por mí?
-Está claro. Pero... no le digas nada a nadie. No pongas nada de esto en twitter. Se que te será difícil controlar la emoción, pero contrólate, o no les digo nada.
-Te lo prometo.
-Bueno, me alegro mucho de haber hablado contigo. Dile a mamá y a papá que luego los llamo y diles que mañana empiezo a trabajar.
-Adiós. Muchas gracias. Me has hecho la persona más feliz del mundo. ¡Tengo una hermana que conoce a One Direction!
-De nada. Adiós.
--------------FIN DE LA CONVERSACIÓN TELEFÓNICA----------------
Cuando colgué, no podía dejar de sonreír. Me imaginaba a mi hermana saltando en su habitación. Poniendo la música a todo volumen. Estaba segura de que estaría saltando en su habitación. Sí, pero la diferencia era que en esta ocasión yo no estaba saltando con ella.
Volví al salón. Allí estaban Paola y Taylor tumbadas en el sofá con sus móviles en la mano.
-Hola de nuevo.-Me dijeron las dos al unísono.
-Hola. Estaba hablando con mi hermana. Le he contado que hemos conocido a los chicos.
-¿Y cómo se lo ha tomado? Yo aún no se lo he dicho a las mías.- Me dijo Taylor.
-Casi le da un infarto. Luego la llamaré para ver cómo está. Seguro que ahora mismo está bailando, pero luego comenzará a llorar, siempre le pasa.-En ese aspecto era igual que yo: primero suelta toda la adrenalina, luego se calma y llora sin control.
El resto del día pasó más o menos igual. Al final, todas esas cosas que se suponía que teníamos que hacer las dejamos para otro momento, para otro día o quizás no las hiciéramos. Éramos así. No vivíamos más que el presente.
Echaba mucho de menos estar las tres juntas metidas en twitter leyendo miles de cosas. Ahora estábamos ahí tumbadas en el sofá. En Londres. Leyendo cosa sobre One Direction, nuestros ídolos, esos cinco chicos que nos habían cambiado la vida, y que en pocos minutos, en pocas horas se habían convertido en nuestros mejores amigos. Parecía increíble, pero era cierto.
Salimos al jardín. Pusimos música. Comenzamos a bailar. Cogimos la cámara y nos hicimos cientos de fotos. Luego las pasamos al ordenador y las subimos a twitter. Estaban siendo grandes momentos.
Cuando llegó la noche, nos fuimos a la habitación. No era muy tarde, pero debíamos descansar.
-Buenas noches.-Dijimos las tres al unísono.
Yo no podía dormir. Miles de pensamientos invadían mi mente. Estaba feliz pero nerviosa.Justo cuando más o menos conseguí relajarme el móvil de Taylor sonó, y el mío vibró, el de Paola sólo encendió una luz roja, quizás lo tuviera en silencio.
*CONTINUARÁ...............*
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