sábado, 10 de noviembre de 2012

CAPÍTULO 85: ''INTÉNTALO''

Hola, aquí les dejo el capítulo 85. Espero que les guste, siento no haberlo subido antes.... Muchas gracias por leer y muuuuchoooos besos!




*NARRA TAYLOR*

Me desperté a causa de un ruido. Primero pensé que sería Paola o Darcy. Me incorporé, abrí los ojos y vi que ninguna de las dos estaban en la habitación. Me levanté de la cama y me asomé al pasillo. No había nada ni nadie haciendo ruido. Miré la hora y vi que aún tenía media hora para dormir. Cerré los ojos y ese ruido volvió a aparecer. Me giré. Entonces me di cuenta de que el ruido venía de fuera. Me acerqué a la ventana, que estaba cerrada. Cuando vi quién estaba causando el ruido sonreí de forma un tanto estúpida. Me toqué el pelo. Tenía un moño tremendamente despeinado. Me daba igual. Salí corriendo de la habitación y bajé las escaleras rápidamente.
Me crucé con Darcy que me miró sonriente. Seguro que ella ya lo había visto.
Cuando llegué a la puerta me calmé. No quería demostrarle así, a primera vista que estaba loca por él.

-Hola.-Le saludé sonriente.
-Hola dormilona.-Me dijo Harry mostrando sus hoyuelos.
-Mejor dicho... hola madrugador.
-Puedo... pero he madrugado para venir a verte.-Me había dejado sin respuestas.
-Pues por venir tan temprano, mira, en pijama y despeinada.
-No importa... ¿puedo pasar o me vas a dejar en la puerta muriéndome de frío?-Me enamoraba más y más con cada palabra. No quería dejarme ganar. Sí, me gustaba mucho, pero no quería ser la típica chica fácil.
-Anda,pasa.... -Le dije sonriendo.

Entró, saludó a Paola y a Darcy y se sentó en el sofá. Me senté a su lado.

-¿No te vistes?-Me preguntó.
-¿Tan fea estoy en pijama?
-No, no estás fea... pero ¿vas a ir así a trabajar?
-Aún me quedaba media hora más para dormir, pero me has despertado.-Le dije riendo.
-Lo siento... si quieres aún te puedes dormir... te quedan veinte minutos.
-Es cierto... muévete un poco, que me tumbo en el sofá.-Le dije. Me sonrió y se movió un poco hacia su derecha. Apoyé mi cabeza en sus piernas y cerré los ojos. No me iba a dormir, pero me apetecía estar ahí, con él, en ese momento. Harry comenzó a tocarme el pelo. No podía ser más feliz.
-Hey pequeña... que ya han pasado los veinte minutos... vas a llegar tarde a trabajar.-Me dijo con una voz suave.
-Tranquilo, no voy a llegar tarde le dije.
-¿A qué hora entras?
-A ninguna... hoy tenemos el día libre.
-¿Entonces para qué te ibas a levantar temprano?
-Porque tengo cita en la peluquería e iba a ir a comprarme ropa nueva.
-¿En la peluquería? ¿Te vas a cortar el pelo?
-No, no me voy a cortar el pelo... ¿por qué?
-No, por nada... porque me gusta tu pelo.-Hizo una pausa. Me giré para ver si sonreía y nuestras miradas se cruzaron.-¿Qué te vas a hacer?
-Me quiero poner el pelo más oscuro.
-Seguro que te queda genial. ¿Te acompaño?
-Si quieres... no seré yo la que te lo prohíba.
-Pues vale...
-Pues bien.-Comenzamos a reír.-Me voy a vestir ahora vuelvo ricitos.-Me levanté y le alboroté el pelo.

Subí a la habitación. Paola y Darcy estaban tiradas en la cama ya vestidas, mirando algo en el móvil.Debía ser divertido, porque no dejaban de reírse, pero mis planes pintaban mucho mejor.
Abrí el armario con mucha energía, con el típico movimiento de la protagonista de la mejor película Americana.
Me puse unos pitillos, una camiseta roja,unas Converse del mismo color y un gorro de lana también rojo. Me alboroté el pelo, me puse un poco de rímel, cogí mi móvil y bajé sonriente la escaleras.

-¿Nos vamos?-Le pregunté.
-Cuando quieras.
-¿Voy bien así?-Le pregunté y di una velta sobre mí misma. Estaba claro, que me diría que sí, aunque fuera mentira. Pero esta vez... yo sabía que era verdad. Esos pantalones me hacían una figura fantástica.
-Vas genial.
-Gracias.-Me dirigí a la puerta.
-¿No dices adiós a tus amigas?
-Es verdad.-Le sonreí.-¡Nos vamos!-Les grité desde la parte baja de la escalera.
-Pero que bestia eres.... ¿por qué no subimos y nos despedimos como las personas normales?
-Porque no somos normales.-Comencé a reír.
-Gracias... pero yo voy a subir.
-Siempre hay que hacer lo que quieras ¿eh?

Aparcamos dos calles más abajo de donde estaba la peluquería. En el corto trayecto desde el coche hasta la peluquería,nos paramos unos veinte veces para que Harry se hiciera fotos con las fans. Cuando conseguimos llegar a la peluquería, entramos y él se sentó en un sillón negro para esperar a que yo terminara.

-¿Cómo estoy?-Le pregunté sonriendo al salir de la peluquería.
-¿La verdad?
-¿Me quieres mentir?
-No...
-Pues dime la verdad.
-Estás perfecta.
-Muchas gracias.
-Llevo toda la mañana diciéndote lo perfecta que eres y tú aún no me lo has dicho ni una vez.
-Es verdad... soy una mala amiga. Creo que no deberías hablar más conmigo.-Le dije y comencé a alejarme un poco de él.
-¡No! Si tampoco importa tanto-Me dijo agarrándome del brazo. Comencé a reír y me giré.
-Vale... tranquilo, si tanto me necesitas me quedo.
-Gracias. Esto es mejor que que me digas guapo.

Entramos en varias tiendas. Tenía ganas de cambiar de look. Ya me había cambiado el color del pelo,y ahora quería dar un nuevo aire a mi armario.
En la primera tienda en la que entramos me compré unos pitillos negros tan ajustados como un guante, y una camiseta en la que ponía: ''be happy''. Luego entramos en otra tienda y me compré un abrigo bien gordo en tonos marrones. También me compré una sudadera con la bandera de Inglaterra y unas Converse azules y otras rosas.

-¿Qué camiseta de gusta más?-Le pregunté a Harry, enseñándole una gris y otra rosa.
-No se... así... ¿por qué no te las pruebas?
-Bueno... pues ya que estoy me pruebo también los pantalones.
-Vale.-Entré en el probador y salí cinco minutos después, con unos pantalones en color verde agua y la camiseta gris.
-Eso me gusta. Esos colores hacen que resalte más tu nuevo color de pelo, además, el pantalón te hace aún más perfecta.
-Gracias. Me voy a probar el otro conjunto.-Volví a entrar en el probador.
-Te queda bien, pero en otro pantalón te hacía las piernas más largas.
-Es cierto, con el otro pantalón mis piernas acababan en un culo perfecto.-Harry sonrió y bajó la mirada.-¿No lo crees?
-No se... si tú lo dices....
-¡Si es que eres un amor!-Exclamé y le abracé. Volví a entrar en el probador.

Al final me quedé con la camiseta gris y los pantalones verdes entre otras muchas prendas.

-Hey ricitos... ¿Te has dado cuenta de que siempre que estamos juntos se nos olvida ir a comer?
-Pues no, no me había dado cuenta.
-No se tú, pero yo me muero de hambre ¿eh?
-Venga anda... no te quejes más y vamos a comer algo. ¿Qué quiere la ru...la niña?
-¡Ajá...! Ya no me puedes decir rubia...-Reímos a carcajadas, tanto que una señora que pasaba nos miró raro.

Entramos en Starbucks y pedimos. Harry me miró sorprendido cuando vio todo lo que estaba pidiendo. Me iba a poner morada de chocolate, batidos.... 

-¿Todo eso es para ti?-Me preguntó.
-Si quieres comparto, y si no... me lo como yo todo.
-¿Eres capaz de comerte todo eso?
-Me encantan los dulces.
-¿Es una indirecta?
-¿Dónde? ¿Qué es eso? ¿Se come?-Le pregunté haciéndome la tonta.
-No, no se come... pero no te hagas la tonta, ya no cuela, que no eres rubia.
Cuando terminé de comerme todo lo que me había comprando, salimos y nos montamos en el coche.

-¿Adónde quiere ir la señorita?
-¿Me sorprendes?
-¿Lo conseguiré?
-Inténtalo.


*CONTINUARÁ...........*



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