miércoles, 14 de noviembre de 2012

CAPÍTULO 88: ''LIFE IS TOO SHORT TO WAIT''

Hola, aquí les dejo el capítulo 88. Siento no haberlo subido antes, pero tenía demasiado que estudiar. Espero que les guste y que me dejen sus comentarios.
Gracias por leer y muchos besitoooos :)xx



*NARRA DARCY*

¿Voy? Me pregunté a mí misma. Estaba deseando ir. ''Mejor me espero un poco...'' Me autorrespondí, como si se me fueran a pasar las ganas de ir corriendo a decirle lo feliz que estaba. Era absurdo esperar, no se me pasarían las ganas. Básicamente porque no eran ganas, era una necesidad.

''Din don din don din....'' Llamé varias veces al timbre. No podía borrar la sonrisa de mi cara, tampoco lo había intentando, pero sabía que hubiera sido imposible.

-¡Hola!-Le dije sonriente y le abracé.
-Hola... ¿qué tal?- Me preguntó y correspondió mi abrazo.-Veo que bien ¿no?
-¡Sí! ¿Estás muy ocupado?
-No... ven, pasa.-Sonreí. Pasé mi brazo rodeó su cintura, y su brazo rodeó la mía. Eso si que era un momento maravilloso. Me hubiera gustado tener un botó con el que detener el tiempo e inmortalizar ese momento. Ahora mi sonrisa era aún mayor, tanto que a veces incluso tenía miedo de parecer estúpida.-Estoy deseando saber qué es lo que tienes que contarme.-Me dijo Zayn y me miró con sus preciosos ojos.
-Espero que te alegres por mí ¿eh?- Le dije sonriente.
-Sí, seguro que me alegro. Esa sonrisa que tienes me hace pensar que es algo maravilloso.
-Al menos a mí me parece maravilloso.

Entramos en la casa y lo primero que hice fue sentarme en el sofá, bueno, mejor dicho, tumbarme. Los tacones me estaban matando. Había andado demasiado.
Zayn se sentó cerca de mí, al final del sillón, en el sitio que yo había dejado libre.

-No aguanto más... me muero de intriga.-Me dijo.
-Verás.... ¿recuerdas que el otro día fui con vosotros a la sesión de fotos?
-Sí.
-Bueno, pues hubo un momento en el que fui al servicio y pasé por delante de una puerta muy colorida en la que había un cartel, informando de una cosa y en el que había un número de teléfono.
-¿Y de quién era el número?- Me divertía mucho la cara de Zayn, parecía realmente intrigado.
-Era para un casting.
-¿Y has llamado? 
-Sí, llamé e hice las pruebas.
-¿Te han elegido?-Hizo una pausa.-Espero que sí.-Susurró.
-Ni siquiera sabes para qué era el casting.-Reímos.
-Es verdad... ¿Para qué era?
-Para ser la imagen de una marca de ropa.
-¡Seguro que te han cogido!-Exclamó.
-¿Cómo estás tan seguro?
-No hay más que verte... eres perfecta.
-Gracias.-Sonreí.- Y sí, me han cogido. 
-Me alegro mucho por ti.-Me dijo y me abrazó.-Se te ve muy feliz.
-Sí. Lo estoy, por eso he venido.
-¿Por qué?
-Porque acabo de tener la primera sesión de fotos, y al salir la primera persona en la que he pensado has sido tú.- Su respuesta fue su preciosa de lado, acompañada de su intensa mirada.

-¿Y has dejado el trabajo en la tienda?
-Sí. Al principio me lo pensé un poco, porque esto de las sesiones de fotos no creo que me dure demasiado, pero es lo que siempre he querido.-Me sentía muy bien hablando con Zayn. Era la típica persona que todo el mundo quiere tener al lado.Siempre está dispuesto a reír y hacer tonterías, pero sabe escuchar y dar consejos maravillosos.

-Es lo mejor que has hecho míranos a....
-Sí, se lo que vas a decir, y en eso pensé.-Le dije interrumpiéndole.
-Eres muy lista.
-No te creas  ¿eh?- Reímos.
-Seguro que te sale todo perfecto.
-Ojalá. 
-Y si no.... Estaré aquí.
-¿Y podré venir a abrazarte siempre que quiera?
-Sí, pero.... ¿y si te sale bien?
-¿Podré venirte a gritar lo feliz que soy siempre que quiera?
-Por supuesto.- Esas palabras, acompañadas de esa sonrisa de lado con la lengua detrás de los dientes era capaz de hacerme la persona más feliz del mundo, pero al mismo tiempo matarme por dentro.
-Eres tan perfecto.
-Anda... ya tenemos algo en común.-Reímos.- ¿Le has dicho ya a tus padres lo de tu nuevo trabajo?
-No. Aún no, porque les iba a llamar anoche pero ya era tarde.
-Llámales... seguro que les hace mucha ilusión.-Jo.. era un ángel de persona.

Me levanté del sofá y cogí el móvil de mi bolso. Me volví a sentar y esperé a que mi madre me respondiera.
La conversación no duró mucho, pero me reí mucho con los ataques de efusividad de mi madre al decirle todo lo que me había pasado, lo feliz que estaba y al hablarle sobre mi nuevo trabajo. Claro que no se olvidó de los típicos consejos de madre, esas cosas que parecen venir en el libro de instrucciones y que repiten todas las madres.


*NARRA PAOLA*

Taylor y yo llegamos a la tienda y Lola aún no estaba allí. Me extrañó, ya que ella siempre solía llegar temprano porque la dejaba allí Williams en coche.

-¿No te parece extraño que aún no haya llegado Lola?
-Sí, un poco, pero quizás es que haya demasiado tráfico.-Me respondió Taylor.
-Eso espero.

Eran ya las once y cuarto y Lola aún no había llegado. Cogí mi móvil y la llamé. No me lo cogía. La llamé tres veces seguidas pero el teléfono estaba apagado o fuera de cobertura. Me estaba empezando a preocupar, y Taylor también.

*NARRA LOLA*

Llegaría tarde a trabajar, pero no me importaba. Sólo quería desaparecer. Me extrañaba mucho que me hubieran pasado tantas cosas buenas seguidas. 
Salí de casa con los ojos llenos de lágrimas y sin dejar de preguntarme por qué me pasaba a mí.  Quería levantar la cabeza y sonreír, pero no podía, era como si la sonrisa pesara mucho. No quería salir a la calle, pero tampoco quería quedarme en casa, eso sería aún peor.
Caminé un rato con la cabeza baja, hacía frío, pero me dio igual, me senté en un banco. No tenía a nadie a quién esperar, pero me senté. 
No podía evitar que las lágrimas salieran de mis ojos. Tenía el móvil en la mano, pero lo tenía apagado.Quería desconectar de todo.
Estuve casi una hora sentada en el banco, pensando en todo y en nada a la vez. No entendía nada de aquello, sólo quería dar marcha atrás en el tiempo y hacer las cosas de otro modo, para ver si así funcionaban.

Entré en Sturbucks y me pedí un batido enorme de chocolate. Dicen que es un buen sustituto del amor ¿no? Me senté en la última mesa, la que estaba pegada a la ventana. Comenzó a llover. El tiempo había cambiado rápidamente. 
Encendí el móvil. Tenía tres llamadas perdidas de Paola y una de Taylor. Las iba a llamar para contarles lo sucedido, pero volví a guardar el móvil.

Salí de Sturbucks. No me encontraba con fuerzas de ir a trabajar. No podía. Sentía que el alma de pesaba mucho. En ese momento sólo necesitaba un abrazo de esos tan fuertes que incluso parece que te falta el aire. Pero.... ¿Quién me daría uno de esos? 

-¿Lola?-Me pareció escuchar a alguien decir mi nombre. Me giré.
-¿Liam?- No podía creer lo que veía, y menos lo que oía. Liam Payne llamándome a mí, en medio de la calle.Por primera vez en todo la mañana sonreí.
-Hola. ¿Qué tal?- Se acercó hasta donde yo estaba.-Ups... creo que no muy bien ¿Qué te pasa?-No le respondí, simplemente, le abracé. Y lo mejor, él me abrazó a mí. Una lágrima recorrió mi mejilla derecha, pero si saber cómo sonreí. Sí, ese era el abrazo que necesitaba.
-Gracias.
-¿Por qué?
-Por abrazarme. Era lo que necesitaba.
-De nada. Pero sigo pensando que te pasa algo.
-Sí, es cierto. Pero no creo que quieras aburrirte y pasar frío escuchando mi aburrida historia.
-Primero, no creo que me aburra, y segundo, para no pasar frío... podemos ir a otro sitio.

Ahora sí que no podía creerlo. El que se suponía que era el peor día de mi vida, se estaba convirtiendo en algo parecido a un cuento de hadas. Estaba caminando por las calles de Londres con Liam, uno de mis ídolos. No sólo me había ayudado tantas y tantas veces con sus canciones sino que ahora lo hacía a conciencia.

-¿Seguro que no te importa que te cuente lo que me ha pasado?-Le pregunté.
-De verdad.Si no quisiera escucharte, ni te hubiera parado ni te hubiera dicho de venir conmigo a mi casa.-Dijo sentándose en el sofá.-¿Te vas a quedar de pie?- Me senté.
-Bueno... Pues lo que me ha pasado es que mi chico y yo, bueno....-Se me estaban llenando los ojos de lágrimas y se me estaba haciendo un nudo en la garganta. Bajé la cabeza y cogí aire.
-Creo que se lo que intentas decirme.-Me dijo Liam con su voz más dulce.
-No se que hacer. Es un estúpido pero le quiero. Y se que no debería hacerlo.
-No es malo que llores, si lo necesitas, pero creo que él no se merece tus lágrimas. Es él el que está perdiendo. Seguro que jamás encuentra a nadie como tú.
-Sí, si que ha encontrado a alguien. Es una rubia con un cuerpazo y unos ojos color esmeralda preciosos. Es perfecta.
-No, seguro que no es tan perfecta como tú.
-Yo no soy perfecta. 
-¿Seguro?
-Seguro. ¿Y si soy yo la que no encuentra nunca a nadie más?
-Eso no es posible.
-¿Por qué?
-Porque todo final es un nuevo comienzo. Además, estoy seguro de que hay alguien que te ama.-Me dio un abrazo que no hubiera cambiado por nada en el mundo. 
-No sabes lo feliz que me haces. Me has dicho justo lo que necesitaba oír.
-Me alegra haberte ayudado, pero sólo he dicho la verdad.
-¿Tienes algo que hacer?-Le pregunté.
-Acababa de salir de la radio cuando nos hemos encontrado, así que ahora no tengo nada que hacer. ¿Por qué?
-¿Me puedo quedar aquí un rato? Es que ahora debería ir a la tienda o a recoger mis cosas del piso que compartía con Williams.
-Claro que te puedes quedar. Pero necesito que hagas una cosa.
-Dime.
-¿Puedes sonreír?- Eso hice.- ¿Te apetece hacer algo?
-Sinceramente... No se me ocurre nada. Me he encontrado contigo por la calle y ahora me has hecho sonreír cuando nadie más hubiera podido,así que no le puedo pedir mucho más al Universo.
-Gracias...-Sonrió.- Tengo una idea... ¿Qué tal si vemos Toy Story?
-Me parece genial, porque si te soy sincera... no he visto ninguna de de las películas de Toy Story.- Sonreí.
-¡Perfecto! Así podré contarte todos los secretos que esconden estas películas.... Te haré descubrir el maravilloso mundo de Andy.- Reímos.

*CONTINUARÁ...........*

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